Trajes sastre, esmóquins, camisas transparentes: el espíritu del maestro estuvo presente este lunes en el desfile Saint Laurent, en un ambiente rock y años 80.
El creador Hedi Slimane reinterpretó los códigos básicos de la prestigiosa casa, de cara al próximo verano.
Entre las chicas que desfilaron por la pasarela, las melenas rubias hicieron pensar en el look de una de las preferidas de Yves Saint Laurent, Betty Catroux, siempre en la primera fila de los desfiles de Hedi Slimane, que presentó una nueva colección para la marca.
"Todo lo que hace me encanta. (...) Tengo pasión por Hedi. Sólo me pongo ropa de Hedi", dijo Betty Catroux al salir del desfile. Y mostraba su chaqueta con púas salida de la última colección masculina de Slimane.
Las faldas, muchas de ellas de cuero, son muy cortas y están pegadas al cuerpo. Slimane insiste en los pantalones muy estrechos que lo hicieron famoso con Dior en los años 2000.
Brillo y transparencias
Los vestidos y las chaquetas brillan. El traje rayado masculino se reinterpreta y se sustituye por una minifalda y las rayas por bordados brillantes.
Domina el negro, pero también hay colores, como un vestido rosado, una falda leopardo o un vestido verde muy vistoso.
Tancrède de Lalun, comprador para la gran tienda Printemps, opinó que "es el guardarropa de una chica moderna". Hedi Slimane "está en la onda de la época, y al mismo tiempo está conectando con los códigos básicos de Saint Laurent". Todo es "muy años 80" y también muy elegante, con satén coloreado por ejemplo.
Antes del desfile de Saint Laurent, Stella McCartney presentó a una mujer seductora pero discreta. Como siempre, Paul McCartney estaba en primera fila entre los invitados al desfile, realizado en los salones de la Ópera Garnier.
La moda española también estuvo presente en las pasarelas, donde la burgalesa Amaya Arzuaga presentó una colorida colección inspirada en la naturaleza.
Para el verano 2014, propuso modelos de gran ligereza en seda, 'gazar', crepe y acetato, que gustan por su equilibrio y sus juegos de colores. Cada pieza del conjunto o vestido es monocromática pero dialoga con la otra de tono distinto.
"La idea era hacer una colección muy orgánica, basada en la naturaleza", explicó la diseñadora a la AFP al terminar el desfile, realizado en el Instituto Cervantes de París, que cobró para la ocasión el aspecto de una discoteca.
Loewe, otro 'habitué' de la moda parisina, limitó su presencia este año a una presentación en 'showroom' de sus carteras, incluyendo la "Cubo Bag" construida según el principio del origami japonés, o la "Pillow", que efectivamente termina pareciendo una almohada una vez desplegada.
En plena modernización, esta marca perteneciente al grupo de lujo LVMH y conocida especialmente en marroquinería, encarna el lujo en España. Para su lifting, acaba de contratar como creador a uno de los niños prodigio del mundo de la moda, el irlandés JW Anderson./AFP