LA historia de Colombia se remonta a 12.000 años. Aquí han vivido personas y sociedades que acumularon conocimientos sobre el ambiente donde hoy vivimos, que crearon culturas y objetos que sorprenden al mundo entero. Pero los colombianos, en general, sabemos poco de lo que ocurrió más allá de 500 años, y no entendemos del todo a quienes descubren e investigan ese pasado: los arqueólogos.
El Instituto Colombiano de Antropología e Historia y el Museo del Oro del Banco de la República prometen acercar ese saber a todas las personas con una serie de charlas virtuales quincenales que han titulado Nuevas claves del pasado. Se trata de conversaciones entre arqueólogos alrededor de las sorprendentes técnicas que hoy usa la arqueología para descubrir aspectos insospechados de otros tiempos. Un viaje por Colombia entre detectives del pasado.
¿Sabía que, al microscopio, el almidón de maíz, el de yuca, el de papa o el de sagú son totalmente diferentes? Cuando los arqueólogos encuentran una piedra que fue usada como “mano” de moler, así es como pueden decirnos qué molían las personas de la familia que vivía en ese lugar, la vertiente de una montaña antioqueña, por ejemplo. También reconocen los fragmentos minúsculos de plantas carbonizadas en un fogón, o los “fitolitos”, que son esos minúsculos sílex que tienen los pastos y que nos cortan, y que se preservan en la tierra cuando el resto de la planta se descompone. ¿Sabía que el polen de las flores se fosiliza, en vez de podrirse? Un arqueólogo que lo recoge con cuidado puede saber qué flores se pusieron sobre el cuerpo de un difunto, imaginar la ceremonia e inferir, tal vez, la época del año por la floración de esas plantas.
Este miércoles 19 de agosto, a las 4:00 p. m., será la primera charla. En ella, los arqueólogos Sonia Archila Montañés y Francisco Javier Aceituno Bocanegra entablarán conversación acerca de la arqueobotánica con el también arqueólogo y director del ICANH, Nicolás Loaiza Diaz. Presentarán los métodos y alcances de esta subdisciplina que investiga las plantas, y cómo algunos de sus más grandes hallazgos han permitido conocer las formas de vida de poblaciones del pasado y sus milenarias interacciones con la botánica, en un país diverso que es muchísimo más que “yuca y maíz”. Los arqueólogos contestarán enseguida las preguntas del público que los siga por los canales Facebook y YouTube de ambas instituciones.
Cada quince días se abordará así una especialidad de la arqueología, sus técnicas y sus hallazgos. Arqueología subacuática, zooarqueología, arqueología urbana, fotogrametría láser o lidar, y arqueología urbana son algunos de los temas que nos llevarán a recorrer a Colombia y su pasado.
Así como esa historia nos pertenece a todos los colombianos, el patrimonio arqueológico es también de todos. Sin duda lo apreciaremos más y lo defenderemos mejor, si conocemos hasta qué punto los vestigios y claves que están bajo nuestros pies pueden ser interpretados por los arqueólogos, y sus historias contadas en los museos.