Razón tienen las abuelas cuando dicen que el desayuno es la comida más importante del día. Aunque mucho se haya perdido de esta creencia, pues es cada vez más común encontrarse con personas que optan por saltárselo en aras de ganar tiempo para dar inicio a las labores diarias.
Lo cierto es que no hay nada más contraproducente para el cuerpo que someterlo a largas horas de ayuno, más allá de las ocho reglamentarias del sueño.
Para muchos, la jornada estudiantil o laboral empieza desde muy temprano. En la mayoría de los casos, por el afán y el poco tiempo, el desayuno pasa a un segundo plano, sin tener presente las consecuencias que pueda tener en el rendimiento físico e intelectual.
Los alimentos de la primera comida del día, aportan los nutrientes y la energía que el cuerpo necesita luego de pasar una noche de largo reposo. Después de 8 o 10 horas de ayuno, se necesita reconstituir las reservas de azúcar en la sangre para evitar la descompensación del organismo.
Por lo tanto, no tomar un buen desayuno se traduce en pérdida de la concentración, debilidad, dolor de cabeza, agotamiento físico, fatiga y mayor probabilidad de subir de peso.
A partir de la experiencia de Sodexo, líder en servicios de calidad de vida, y bajo diferentes investigaciones realizadas por la salud física y el bienestar de las personas, se implementó el Programa Equilíbrate, enfocado en proporcionar las herramientas para formar hábitos nutricionales saludables, demostrando que las personas que han tenido éxito en su dieta, han logrado una reducción de peso en un 40% consumiendo porciones adecuadas y desayunando todos los días.
De acuerdo con lo anterior, mencionamos 5 beneficios de esta comida:
1. Un desayuno equilibrado aporta glucosa al cerebro, lo que se refleja en la concentración, la creatividad y la memoria.
2. Contribuye al mejoramiento del estado nutricional ya que aporta la energía y nutrientes (calcio, hierro, fósforo, magnesio, proteínas, etc.) que el cuerpo necesita durante el día.
3. Reduce la ansiedad y ayuda a mantener el peso. Cuando se ingiere un buen desayuno se puede llegar al almuerzo con menos hambre.
4. Aumenta el rendimiento físico, se evita la fatiga o un desmayo por falta de energía.
5. Activa el metabolismo y si incluye cereales, panes o galletas integrales y fruta, esto ayuda a evitar el estreñimiento.
Consejos prácticos
Adriana Ruiz, Coordinadora del Programa de Salud & Bienestar de Sodexo Colombia, indica “el desayuno se debe consumir 1 o 2 horas luego de despertarnos y representa entre el 25% y el 30% de las calorías que se ingieren durante el día”. Igualmente da opciones para comer durante la mañana:
· Barras de granola
· Fruta seca o deshidratada
· Fruta fresca
· Cereales en paquetes
· Bebidas lácteas