El actor mexicano Demián Bichir vuelve esta semana a los cines norteamericanos con "Savages", una cinta que según él acierta en mostrar la corrupción reinante en Estados Unidos y México por el narcotráfico y resulta una historia "a la medida" de su admirado director Oliver Stone.
Bichir, a quien una nominación al Oscar este año por su protagónico en "Una vida mejor" (A Better Life) le está dando réditos en Hollywood, contó en una entrevista con la AFP en Miami que antes de que Stone le ofreciera el personaje del narcotraficante Alex, él ya había leído el libro homónimo que inspiró la película, escrito por el estadounidense Don Winslow.
Incluso, "Oliver Stone me dijo que me quería como parte de su reparto sin haber terminado el guión ni tener muy claro quiénes serían los otros protagonistas", dijo el actor de 48 años sobre la película, que se estrena este viernes en Estados Unidos y Canadá y cuenta en su elenco con Benicio del Toro, Salma Hayek, Taylor Kitsh y Blake Lively.
"Me pareció desde el principio una historia hecha a la medida de Oliver Stone porque él es siempre muy político y pone el dedo en la llaga cada vez que puede", apuntó.
Según Bichir, "el hecho de que haya podido plantear de manera muy clara la teoría de que hay corrupción en los dos países y de que hay altos mandos coludidos con el crimen organizado en los dos países" hizo que le pareciera "ideal" actuar bajo su dirección.
El actor, que encarnó a Fidel Castro en "Che - Parte 2" (2008), la historia de Steven Soderbergh sobre el revolucionario Ernesto "Che" Guevara, dice que no está atento a la crítica, en parte porque "hay cosas de las que no se puede tener el control", y también "porque hay muy pocos críticos (de cine) respetables".
No obstante, las proyecciones para la prensa de "Savages" han generado comentarios casi eufóricos de la crítica especializada, que saluda la nueva obra de Stone como su regreso a la época de "Natural Born Killers" de 1994.
"'Savages' representa a lo menos una resurrección parcial (del Stone) más alucinante, violento, sexual y, en una sola palabra, el lado salvaje", sostuvo el crítico Todd McCarthy en The Hollywood Reporter, coincidiendo con Variety, otr biblia del entretenimiento: "La mala reputación de antaño de Oliver Stone hace una reaparición grandiosa".
Bichir apuesta a que "va a haber mucha gente que no vea el fenómeno (del que se habla en la trama) desde un punto de vista más amplio, gente que va a criticar el hecho de que se pinta México de una manera muy dura".
"Sin embargo, se pinta a Estados Unidos con la misma rigidez, por eso me parece una obra importante, porque describe algo que nos ha tocado de cerca en estos tiempos", dijo.
El film cuenta con aciertos de producción que conectan a la audiencia con situaciones, personajes e incluso paisajes de postal o noticieros: desde un par de jóvenes típicos de la costa de California, una niña rica y alternativa -pero interesante- con códigos muy propios de Los Ángeles, hasta una narcotraficante excéntrica repleta de gustos de nueva rica.
También sobresale la inclusión de la melodía electrónica del francés Jean-Jacques Perrey (1929) "The Elephant Never Forgets", que generaciones enteras de latinoamericanos identifican con el personaje de "El Chavo del Ocho".
Para encarnar al personaje de Alex, Bichir dijo haber tenido "muchísimas referencias".
"La mayoría de ellas son muy claras, no solo porque nací y crecí en México y he vivido allí toda mi vida también, sino porque está a la mano de todos".
"Está a la vista, tú lo que tienes que hacer es informarte y estar al tanto de lo que está dando vueltas en el mundo para darte cuenta de cómo es este mundo", dijo al ser consultado sobre esas escenas que describen las venganzas sangrientas de estas organizaciones criminales.
Bichir, quien ya estaba trabajando en "Savages" cuando fue nominado al Oscar en enero, se prepara ahora para actuar en "Machete Kills", la segunda parte de "Machete" de Robert Rodríguez, y "Words with Gods", una cinta codirigida por Guillermo Arriaga, en la que el actor mexicano comparte cartel con Emir Kusturica.
El protagonista de la clásica película mexicana "Sexo, Pudor y Lágrimas" (1999) asegura sin embargo no saber lo que es estar en una "zona de comodidad como actor".
"Cada vez que siento que voy a entrar en ella, trato de salirme y también de generar yo mismo elementos que me incomoden", dijo, adelantando que para finales de año tiene previstos dos trabajos con directores que lo quieren en sus óperas prima.
AFP