UNA COLECCIÓN de obras interpretadas por los músicos y compositores más icónicos de la historia, escuchadas en la Serie de Oro Davivienda, “De Vivaldi a Schubert”, que hizo parte del programa de ediciones pasadas del Cartagena Festival Internacional de Música, ahora acompañarán a los colombianos durante este tiempo de cuarentena.
Cada domingo, obras de Beethoven, Mozart, Schubert o Vivaldi se han venido disfrutando desde el pasado junio, por medio de esta temporada de conciertos virtuales que van desde el Barroco hasta el Romanticismo temprano.
Este domingo, a partir de las 11:00 a.m., será el turno para “Schubert y las formas breves”, el concierto en el que se podrá ver la capacidad interpretativa del reconocido pianista italiano Andrea Lucchesini, quien se encargó de tocar las melodías románticas del compositor austriaco Franz Schubert en el tradicional evento musical de Cartagena a principios de este año. Cada recital se podrá ver a través de la plataforma web del Festival.
“Lucchesini obtuvo reconocimiento internacional desde muy joven, cuando ganó el Concurso Internacional “Dino Ciani” en el Teatro alla Scala de Milán. Desde entonces ha tenido conciertos en todo el mundo con orquestas de renombre, trabajando con directores como Claudio Abbado, Semyon Bychkov y Roberto Abbado. Su grabación en vivo de las 32 sonatas de Beethoven -el ciclo completo- para Stradivarius ha sido ampliamente apreciada. En los últimos años, Lucchesini se ha sumergido con entusiasmo en el repertorio de Schubert, comenzando con la grabación de los Impromptus op. 90 y op. 142 en una producción discográfica de Avie Records, muy bien acogida por la crítica internacional. Sus amplias actividades, marcadas por el deseo de explorar la música sin limitaciones, lo llevan a ofrecer programas que van desde el repertorio clásico hasta el contemporáneo”, se mencionó en el portal web del Festival.
Una cita con Ceruti
El 2 de agosto con “Ceruti y el Barroco suramericano” será la próxima cita de los colombianos con la música clásica, un concierto en el que contará con la batuta de Rinaldo Alessandrini, las voces de la soprano Monica Piccinini, el contralto Aurelio Schiavoni, el tenor Raffaele Giordani, el bajo Mauro Borgioni. Adicionalmente, estará el Coro Filarmónico Juvenil y la Orquesta Filarmónica Juvenil de Cámara, una agrupación de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Roque Cerutu, nacido en 1683 en Milán, comenzó su carrera con la formación en composición e interpretación del violín, pero 24 años después se embarcaría en una aventura hacia América, a petición de Manuel de Oms, virrey del Perú y Santa Pau, marqués de Castelldosrius.
En Lima, Ceruti dirigió el estreno de “El mejor escudo de Perseo”, una comedia armónica que contaba con música de su autoría, de Torrejón y Velasco en un libreto del virrey, quien también era poeta y guitarrista. El histórico compositor continuó allí, presentando espectáculos con un vestuario y escenografía compleja hasta la muerte del virrey.
“Ceruti continuó siendo el compositor de palacio bajo las órdenes del virrey Caracciolo hasta 1717 cuando este regresó a Europa. El músico se trasladó a Trujillo como maestro de capilla de la catedral de la ciudad y nueve años más tarde regresó a Lima a ocupar el mismo puesto en la catedral, tras la muerte de Torrejón y Velasco. Allí permanecería el resto de su vida componiendo asiduamente obras religiosas con textos en español y latín que circularon por todo el Continente. A este repertorio sacro pertenece su “Misa de Lima”. Aquí optó por un grupo de solistas vocales (dos sopranos, alto y tenor), coro y orquesta. Las voces solistas están aprovechadas en sus registros, con lo que se crea una gran variedad de colores y tex- turas. Es una obra brillante, jubilosa, que además confirma al compositor como el responsable de la introducción del estilo operático italiano en la música sacra en América. Ceruti murió en Lima en 1760”, señaló el portal del Festival.
Reviva las mejores notas
Aunque siete conciertos ya se hayan estrenado, estos se podrán seguir disfrutando a través de la página del Festival. Espectáculos como “El magnificat de Vivaldi”, en el que la batuta también fue del director Rinaldo Alessandrini. En este recital se interpretó “Magnificat” que, según el Festival, es un canto de la Virgen que aparece en el evangelio de Lucas. De este cántico, Vivaldi escribió varias versiones. Se cree que la primera data de 1715 y se conoce gracias a una copia que reposa en el monasterio cisterciense de Osek en Bohemia, de lo cual se puede dar cuenta de la popularidad de la pieza en su momento. Cinco años más tarde, revisó la partitura e hizo cambios en las voces graves y en la orquestación, así como en la participación del coro. Esta versión catalogada como “RV 610”, es la que se escuchará en el concierto.
También se podrá ver “Bach, la Ofrenda musical y la Partida para piano N.1 en si bemol mayor”, en el que participó el Cuarteto Cremona, el pianista Ramin Bahrami y el flautista Rafael Rodríguez; “Hyand y la forma sonata”, interpretado por el pianista Aaron Pilsan; “Mozart y la forma sonata”, con el pianista Martin Stadtfeld; “Beethoven y la forma sonata”, con el piano de Rudolf Buchbinder; “Beethoven y el cuarteto de cuerdas”, con el Cuarteto Schumann; y “Schubert hacia la sonata romántica”, con el pianista Michail Lifits.