Bajo el panorama de la pérdida, desde el sentido humano hasta la libertad de la cotidianidad, que llegó con la pandemia, surgió “Crudo equilibrio”, la nueva producción de la compañía de danza contemporánea L’Explose.
Una propuesta en la que el público pasará de la pérdida al equilibrio, la cual se presentará en el escenario principal del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, este viernes y sábado, a partir de las 8:00 p.m.
Respuesta a un “duelo colectivo”
El montaje, con el que la compañía abre su programación para este 2022, nace tras enfrentar una pérdida fundamental para L’Explose, contexto en el que Juliana Reyes, su actual directora, decidió propiciar un diálogo creativo con un coreógrafo que pudiera nutrir el trabajo dancístico de la agrupación y aportar otra mirada sobre la danza. Para esto, invitó al coreógrafo israelí radicado en España Sharon Fridman, cuyo lenguaje se centra en el contacto entre los cuerpos y su relación con el equilibrio.
“Invité a Sharon Fridman, a quien le dije que me interesaba mucho hacer un proyecto en el que pudiéramos hablar de la pérdida y del duelo, pero también de cómo un duelo va teniendo etapas y de la capacidad de aceptar la pérdida”, contó Reyes, en entrevista a EL NUEVO SIGLO.
Así, “Crudo equilibrio” se gestó a partir de conversaciones entre Juliana y Sharon, tras enfrentar la muerte del fundador de la compañía, Tino Fernández, en el 2020, donde el tema constante era el “duelo colectivo” que permeó al mundo con la emergencia sanitaria y la pérdida de seres queridos, de la normalidad, la seguridad y la certidumbre que trajo consigo.
“Nos unió el hecho de querer hablar de lo mismo. Para mí era muy importante permitir que los bailarines de la compañía de alguna manera pudieran exorcizar el duelo a través de la danza. Pero resulta que mi lenguaje es un poco más teatral y quería llevarlos a algo muy físico. Por eso mi idea fue invitar a un coreógrafo cuyo lenguaje estuviera muy centrado en el cuerpo”, señaló la directora a este Diario.
Este lenguaje corporal que caracteriza el estilo de danza de Fridman, un coreógrafo con una amplia trayectoria en Europa e Israel, se resume en la técnica a la que el artista decidió llamar INA, Contact INcreation, cuya base se centra en la relación entre la gravedad y el equilibrio, y con la que ha investigado el contacto y las diversas formas en que nos representa.
En L’Explose, Sharon encontró un grupo con muchas ganas de hablar de sus emociones, con una historia y un duelo compartido, que los hacía fuertes y frágiles al mismo tiempo. A partir de allí surge esta pieza en la que la matemática de la composición dancística pretende crear un marco para las emociones, pero donde el estado de vulnerabilidad máxima que genera la pérdida rompe cualquier estructura, para evidenciar la crudeza de esa búsqueda de equilibrio en épocas tan desafiantes como las que se ha tenido que vivir en los últimos dos años.
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Bailarín de la “nueva ola”
Fridman, como lo define Juliana Reyes, es “uno de los coreógrafos más representativos de la danza en España, donde está radicado hace varios años y ha tenido mucho reconocimiento. Es uno de los bailarines de la ‘nueva ola’ más importantes en Europa e Israel”.
El folclor israelí, la danza contemporánea y el ballet clásico dibujan el conocimiento dancístico de este artista, quien es el actual director de su agrupación, Compañía Sharon Fridman.
Su trayectoria como bailarín comenzó en 1999, cuando ingresó en la prestigiosa compañía Ido Tadmor Dance Company, con sede en Tel Aviv. La Kibbutz Contemporary Dance Company, la compañía de danza Vértigo y diversos proyectos para el efervescente Suzanne Dellal Center, reputado centro para la creación dancística en Israel, completan su trayectoria interpretativa.
Su labor como coreógrafo comenzó en el 2000 con la formación del grupo Phrasal y de las piezas “Covered Red” y “Anna”. Entre 2004 y 2008 ejerció las funciones de coordinador artístico y coreógrafo en la compañía Mayumana.
Otras obras con su firma son “Waiting”, “The Creation”, “Play Boy”, “Carlos & Me”, “Q Project”, “Shakuff”, “Al menos dos caras”, “¿Hasta dónde...?” y “Rizoma”, una coproducción del Festival Paris Quartier d ́Été que fue estrenada el 15 de julio del 2011 en Los Inválidos de París con 70 bailarines y 10 violonchelistas.
Más de 20 años en movimiento
Por su parte, L’Explose fue fundada por el coreógrafo español Tino Fernández en París en el 1991. Luego se trasladó a Bogotá, donde realizó un trabajo de creación, investigación y difusión de la danza.
En 1998, Fernández comenzó a trabajar con la dramaturga y directora teatral Juliana Reyes. Desde esa época crearon juntos más de una treintena de espectáculos a lo largo de 22 años, hasta 2020, cuando Fernández falleció y Reyes asumió la dirección artística.
A partir de allí Juliana no solo ha continuado el legado de Fernández, sino también se ha dedicado a construir su propia trayectoria.
“Estar en la dirección no solo es conservar el legado de Tino, sino también mi propia trayectoria. Ha sido un trabajo duro y difícil porque hay un momento cuando tienes una tristeza tan profunda que lo que quieres es salir corriendo y zambullirte en las emociones, pero ha sido el arte el que me ha salvado, para poder estar en pie y seguir adelante. Para mí eso ha sido muy importante: comprobar la fuerza vital que puede dar la creación artística”, indicó Reyes.
Además de reflexionar acerca del duelo y la pérdida con esta primera pieza del año, la compañía le apostará también este 2022 a llevar la danza contemporánea colombiana a diferentes lugares del mundo. Un proyecto que se materializará a través de una gira que realizará en diferentes ciudades de España, donde presentará la obra “La mirada del avestruz”, “un ícono de la compañía”, comenta Juliana.
De esta manera, esta coreógrafa y dramaturga, junto a su compañía, seguirá innovando en la danza contemporánea, cuyo futuro en el país le augura momentos de éxito, a pesar de la crisis que el sector cultural intenta superar.
“Creo que Colombia es un país que baila. La danza contemporánea siempre tendrá momentos que sean mejores que otros. Aunque hay la dificultad con todo el tema de la reactivación económica, creo que la danza en Colombia tiene una pujanza arrolladora y la hace parte del lenguaje colombiano. Hay muchos bailarines haciendo un trabajo juicioso y hay un movimiento dancístico que cada vez se hace más fuerte. Poco a poco la danza pasará este momento de crisis que nos ha traído la pandemia y volverá con mucha fuerza”, afirmó Reyes.