Espectáculos de danza, teatro y música, con reconocidas compañías como L’Explose, Casa del Silencio y la Orquesta Filarmónica de Bogotá, protagonizarán la oferta del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo para esta semana.

“Adentro… Gastom y Mandí”

¿Qué hay detrás del amor, los años y la convivencia? ¿Qué estalla tras los muros de la casa? Pasa el tiempo y, con él, la emoción de los primeros besos.

De estas cuestiones y más se podrá conocer en la obra de teatro “Adentro… Gastom y Mandí”, un relato de la distancia, del encierro y de la vida de dos viejos que permanecen juntos. Esta pieza se podrá disfrutar este viernes y sábado en el Teatro Estudio del escenario bogotano, a partir de las 8:00 p.m.

Este montaje, que es dirigido por Juan Carlos Agudelo y que además cuenta con la dramaturgia de Ángela Valderrama Díaz, es presentado por la compañía teatral Casa del Silencio, fundada en 1997.

Con más de 25 años de exploración creativa, Casa del Silencio, bajo la dirección de Juan Carlos Agudelo, ha logrado consolidar una estética y una identidad propia en el teatro físico y silente colombiano, identidad reconocida en la escena teatral contemporánea, nacional e internacional. Ha asumido la labor pedagógica de transmitir el legado de estos maestros, así como su propia visión de una estética teatral sustentada en el cuerpo como detonante de plasticidad, metáforas y poesía visual, abriendo paso a un teatro que valora el silencio y su potencial como lenguaje universal.

Así, los integrantes de Casa del Silencio han desarrollado diversos proyectos creativos, tanto de la dramaturgia universal como de la colombiana, en pro de consolidar una propuesta como artistas que crean, pero también recrean el lenguaje del silencio: esto surge a partir de cuestionamientos permanentes sobre el propio oficio, que invita cada día a tomar rutas distintas en las que se puedan materializar preguntas vitales y creadoras.

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“Crudo equilibrio”

Con la aparición de la pandemia, la humanidad ha atravesado una serie de pérdidas de seres queridos, la normalidad, la seguridad y la certidumbre. Y después de que L’Explose afrontara una pérdida, Juliana Reyes, su actual directora, decidió propiciar un diálogo creativo con un coreógrafo que pudiera nutrir el trabajo dancístico de L’Explose y aportar otra mirada sobre la danza. Para esto, invitó al coreógrafo israelí radicado en España Sharon Fridman, cuyo lenguaje se centra en el contacto entre los cuerpos y su relación con el equilibrio.

En L’Explose, Sharon encontró un grupo con muchas ganas de hablar de sus emociones, con una historia y un duelo compartido, que los hacía fuertes y frágiles al mismo tiempo. A partir de allí surge “Crudo equilibrio”, una pieza en la que la matemática de la composición dancística pretende crear un marco para las emociones, pero donde el estado de vulnerabilidad máxima que genera la pérdida rompe cualquier estructura, para evidenciar la crudeza de esa búsqueda de equilibrio en épocas tan desafiantes como las que se han vivido. Y en esa búsqueda, el apoyarse unos a otros ha sido el camino hacia un nuevo amanecer.

El montaje de la compañía de danza “Crudo equilibrio” tendrá lugar este viernes y sábado, a las 8:00 p.m., en el escenario principal del Teatro Mayor.

Sharon es un coreógrafo con una amplia trayectoria en Europa e Israel, que ha centrado su trabajo en la investigación somática, desarrollando un lenguaje corporal al que decidió llamar INA, Contact INcreation, cuya base técnica se centra en la relación entre la gravedad y el equilibrio y con el que ha investigado el contacto y las diversas formas en que nos representa.

El romanticismo según Tchaikovsky 

Este domingo, a las 3:00 p.m., la Orquesta Filarmónica de Bogotá regresa al Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo con un concierto dedicado a dos de las obras más famosas del compositor ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky: la suite de “El lago de los cisnes” y la “Sinfonía N.° 4”.

Con la dirección del búlgaro Emil Tabakov, reconocido por dirigir diversos estilos, desde lo clásico y romántico hasta los géneros contemporáneos, la Filarmónica presentará un repertorio que destaca por la versatilidad, originalidad e intimidad de uno de los músicos rusos más populares de la música clásica. 

Piotr Ilich Tchaikovsky fue uno de los compositores más destacados del romanticismo ruso en el siglo XIX. Entre sus obras para violín y piano y varias sinfonías sobresale la “Obertura 1812”, y también se pueden apreciar piezas dedicadas a la danza clásica como “El cascanueces”, “La bella durmiente” y “El lago de los cisnes”. 

Esta última fue la primera que el compositor escribió para el ballet clásico y en ella se muestra una mezcla del movimiento con una exigente coreografía, que manifiesta diferentes emociones a través de la danza. La obra retrata la historia de amor del príncipe Sigfrido y la princesa Odette, quien, por el hechizo del malvado Rothbart, se transforma en cisne cada día.

Por su parte, con la “Sinfonía N.° 4”, dedicada a su mecenas, la empresaria Nadezhda Filarétovna von Meck, Tchaikovsky encapsuló en cuatro movimientos el vínculo cercano y de confianza que construyó con ella a través de cartas durante el proceso de creación de la mayoría de sus grandes composiciones.