El robot Curiosity se posó con éxito en Marte para iniciar una ambiciosa misión en busca de rastros de vida, en un hecho inédito para la NASA que jamás había enviado un robot tan sofisticado a otro planeta y que abre una nueva era de la exploración del planeta rojo.
"Llegada confirmada", dijo a las 05H32 GMT un miembro de la misión de control en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la agencia espacial estadounidense (NASA) en Pasadena (California, oeste), desencadenando un estallido de celebraciones en la sala.
"Tenemos las llantas puestas en Marte ¡Dios mío!", añadió, después de recibir la primera señal de que el vehículo, de 900 kilos, había descendido en el planeta rojo al cabo de una operación de gran complejidad, bautizada como "siete minutos de terror".
Un segundo estallido de alegría se produjo poco después, cuando el robot envió su primera fotografía de una de sus ruedas sobre el cráter Gale. Inmediatamente después transmitió una segunda imagen, de una claridad sorprendente, que retrata su propia sombra en el suelo marciano.
Una tercera foto fue transmitida en alta definición dos horas después de su llegada.
El presidente Barack Obama saludó la realización de una "hazaña tecnológica sin precedentes".
La expedición fue una arriesgada apuesta, que requirió una inversión de 2.500 millones de dólares.
El vehículo robótico no tripulado Mars Science Laboratory (MSL), conocido como Curiosity, fue lanzado el 26 de noviembre de 2011 en un cohete Atlas V 541 desde Cabo Cañaveral (Florida, sureste). En sus ocho meses y medio de vuelo recorrió casi 570 millones de kilómetros.
El descenso en suelo marciano supuso una compleja operación, pues hubo que reducir la velocidad adquirida, de 21.243 kilómetros por hora a apenas 2,74 kilómetros por hora, mediante el despliegue de un enorme paracaídas y la activación de una grúa para depositar lentamente el robot.
"Es un gran día para la nación (estadounidense), un gran día para todos nuestros socios que tienen material (en el vehículo) y un gran día para el pueblo estadounidense", declaró el administrador de la NASA, Charles Bolden.
Entre sus objetivos, la misión incluye la búsqueda de rastros de vida pasada en el cuarto planeta del sistema solar, el más cercano a la Tierra.
Algunos científicos llevaban amuletos y otros invocaban a los manes de la nación, como un integrante del equipo de vuelo que tiñó sus cabellos con los colores de la bandera estadounidense.
De hecho, menos de la mitad de los intentos realizados por agencias espaciales mundiales desde 1960 para llegar a Marte han tenido éxito.
Los científicos han descubierto señales de agua en Marte, lo que indicaría que alguna forma de vida microbiana podría haberse desarrollado en el pasado en ese planeta que actualmente dispone de una delgada atmósfera, con inviernos extremos y tormentas de polvo.
El lugar elegido para el descenso es el Cráter Gale, cerca del Monte de Sharp (de 5.000 metros), uno de los lugares más bajos de Marte y punto de convergencia de varios ríos que se cree fluían provenientes de zonas altas, que podrían contener valiosa información sobre el pasado en sus capas sedimentarias.
La tarea encargada ahora al Curiosity, dotado de diez instrumentos espaciales -entre ellos 17 cámaras y un rayo láser capaz de destruir rocas-, es colosal: descubrir si el ambiente marciano habría sido propicio para la vida y preparar una futura misión tripulada.
Con un funcionamiento asegurado por un generador nuclear, el robot podrá analizar las rocas "desde lejos, con su láser, pero también podrá asirlas y estudiar su composición; y una perforadora podrá penetrar en la roca y llevarla hasta el laboratorio de a bordo", detalló Randii Wessen, un ingeniero de la misión, en declaraciones a la AFP.
Pero antes de empezar a avanzar por el suelo marciano, Curiosity verificará si todos sus aparatos funcionan normalmente, una operación que puede durar días o semanas.
Uno de los primeros instrumentos en ser probados fue la francesa ChemCam, dotada de un láser, un telescopio y una cámara, concebido en el marco de una asociación entre el Irap (Instituto de Investigación Astrofísica y Planetaria de Toulouse) y el Centro Francés de Estudios Espaciales (Cnes).
"La ChemCam fue testeada y funciona. Ahora sabemos que funciona en Marte", afirmó a la AFP su creador, el astrónomo Sylvestre Maurice.
Curiosity se suma así a la lista de misiones exitosas de la NASA a Marte, como Viking 1 y 2 (en 1976), Pathfinder (1997), Mars Exploration Rovers (2004) y Phoenix (2008)