Pedalear en Colombia es un privilegio. No solo por la exigencia de las montañas en sus tres cordilleras, sino porque los ciclistas pueden experimentar en pocas horas una gran variedad de climas y de paisajes, una biodiversidad única de fauna y flora y, sobre todo, la amabilidad de los colombianos.
El ciclismo ha sido motivo de orgullo en el país gracias a las exitosas representaciones de pedalistas colombianos que han participado en reconocidos certámenes internacionales. Asimismo, este deporte ha despertado un gran interés en cientos de colombianos, quienes se han convertido en practicantes aficionados que buscan increíbles rutas para retar su capacidad física y mejorar su resistencia.
Por ello, la plataforma Airbnb comparte cuatro destinos en el país donde los amantes del ciclismo pueden entrenar con diferentes grados de dificultad y explorar nuevos paisajes.
Una ruta con aroma a café
Esta ruta es ideal para los ciclistas que buscan un recorrido largo y exigente. Su punto de inicio es Armenia, la capital del departamento de Quindío, y puede continuar por los municipios de Montenegro, Quimbaya y Filandia, para terminar en Calarcá.
Es un circuito complejo gracias a la variación de la altura en la que se encuentra. Adicionalmente, es un lugar lleno de aventura y adrenalina debido a las zonas montañosas que tiene alrededor y, al finalizar el trayecto, degustar del famoso café del país será la recompensa.
Una cabaña ubicada en el municipio de Filandia, en Quindío, puede ser el lugar perfecto para descansar luego de una gran rodada. Un lugar absolutamente relajante que cuente con jacuzzi y fogata, será ideal apara culminar la jornada y disfrutar de las vistas que ofrece la región.
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Rodando por el Valle de Aburrá
El Alto de las Palmas es un ascenso de aproximadamente 15 kilómetros, partiendo desde el centro oriental de la ciudad de Medellín hacia el oriente antioqueño, por lo que puede ser una ruta exigente y divertida para los ciclistas.
Y tras a rodada, hospedarse en un apartamento con arquitectura contemporánea en el barrio El Poblado, en Medellín, puede ser una gran elección. Allí se consiguen opciones de hospedaje que cuentan con espacios que podrán ser útiles para ciclistas amateurs como gimnasio, azotea, jacuzzi y piscina. Allí, los aficionados podrán realizar entrenamientos previos a sus salidas por las montañas antioqueñas.
Páramos en Duitama
Ruta La libertad, situada en el departamento de Boyacá, comprende un recorrido por los municipios de Duitama, Paipa, Firavitoba, Iza, Cuítiva y termina con el espectacular paisaje de Playa Blanca en la laguna de Tota. Este trayecto de 64 kilómetros fue pensado para ser recorrido durante dos días y cuenta con un penetrante clima frío.
Allí es ideal hospedarse en una casa campestre a la orilla de la laguna de Tota, en Boyacá. Chimenea, zonas al aire libre como terrazas, muelles y balcón con vista al jardín, son espacios muy agradables y confortables para quienes deseen disfrutar de los hermosos paisajes de la región.
Majestuoso cañón en Santander
El Cañón del Chicamocha, considerado un accidente geográfico, está nominado para convertirse en una de las 7 maravillas del mundo y puede ofrece una ruta exigente para los ciclistas debido a que cuenta, en promedio, con dos kilómetros de profundidad y aproximadamente 227 kilómetros de largo.
En la zona existen exclusivos glampings con una privilegiada vista al gran Cañón del Chicamocha, espacios ideales para disfrutar de buenos momentos. Gracias a su ubicación, los visitantes tendrán la posibilidad de admirar paisajes únicos acompañados de un clima cálido en el día y frío en la noche.