“Crudo equilibrio”, los nuevos movimientos de L’Explose Danza | El Nuevo Siglo
Del 13 al 17 de este mes, a las 7:30 p.m., se podrá disfrutar de esta pieza con la que la compañía regresa a la sala de la Factoría Tino Fernández.
Foto Carlos Mario Lema
Martes, 5 de Abril de 2022
Redacción Cultura

Con un encuentro potente, necesario y creativo entre la dramaturga y directora Juliana Reyes y el reconocido coreógrafo israelí, radicado en España, Sharon Fridman, bajo el título “Crudo equilibrio”, la compañía L’Explose Danza regresa al escenario de la Factoría Tino Fernández.

Durante Semana Santa, del 13 al 17 de este mes, se podrá disfrutar de esta nueva creación de la compañía, cuyo lenguaje se centra en el contacto entre los cuerpos y su relación con el equilibrio, entre los bailarines Sara Regina Fonseca, Ángela Cristina Bello, Luisa Camacho, Vanessa Henríquez, Ángel Ávila, René Arriaga y Yeison Fúquene.

“Crudo equilibrio” es una pieza de gran precisión coreográfica, que indaga en las emociones que se dan tras una pérdida o duelo. Sharon y Juliana crean un funeral poético y delicado donde la estructura coreográfica busca atrapar las emociones, pero estas se escapan a raudales, generando momentos de quiebre.

Los bailarines transitan por un duelo colectivo, el duelo que ha dejado la pérdida de seres queridos, la pérdida de la normalidad, de la seguridad y la certidumbre, para enfrentarnos a un terreno movedizo, en el cual apoyarnos los unos a los otros es la mejor manera de equilibrarnos, y donde en ocasiones no queda más opción que abrazar el vacío, para poder gestionar y atravesar los momentos de inestabilidad.

“Años atrás tuve la oportunidad de acercarme al trabajo interpretativo de Sharon y me gustó mucho, sentí que conectaba con su danza, que sus creaciones me hablaban. Tras la pandemia, la pérdida de Tino y el reto de una nueva creación, quería tener una mirada distinta a nivel coreográfico, que nos permitiera confrontarnos como compañía y nutrir el trabajo dancístico que veníamos haciendo. Además, buscaba que esa mirada fuera un encuentro entre dos iguales, donde creciéramos mutuamente”, comentó Juliana Reyes sobre su motivación para invitar a Sharon Fridman como coreógrafo de “Crudo equilibrio”. Pieza que además cuenta con la música original de Camilo Giraldo y una potente atmósfera visual que surge del diseño de luces de Humberto Hernández.



La danza sustenta su práctica en la relación del cuerpo con el equilibrio, en esa capacidad de jugar con la fuerza gravitacional para mantenerse en pie cuando la caída parece inevitable. El bailarín entrena su cuerpo para dialogar con la gravedad y hacer surgir su lenguaje en esa conversación. Encontrar el equilibrio es hallar el balance de las distintas fuerzas para mantenerse en armonía y desafiar el vacío que genera la posibilidad de caer, gracias a la tensión entre energías contrarias que se contrarrestan.

Teniendo en cuenta la premisa anterior, y siendo este concepto el eje central de su investigación dancística, Fridman le plantea a Reyes y a los bailarines una exploración del equilibrio y el contacto a partir de la práctica INA (Contact INcreation), la cual surge de una exploración que ha llevado a cabo por más de 10 años.  

“Mi madre, INA, convive con el síndrome Arnold Chiari y necesita constantemente algún tipo de referencia que la ayude a reconocer la posición de su cuerpo. En nuestro pueblo, caminábamos conectados el uno al otro, planificando la ejecución de cada movimiento. Después de muchos años creando coreografías basadas en mi investigación sobre el equilibrio y su manipulación, intentando controlar la pasión que siento hacia el potencial que se esconde tras la conexión entre los cuerpos, y de haber desarrollado mi capacidad para ser más sensible a la gravedad y al tacto, le di a esta técnica el nombre de INA: el sentido de mi equilibrio”, comenta. 

Es así como “Crudo equilibrio” espera convertirse en un referente, ya que es la primera vez que el coreógrafo se vincula a un proceso de creación con talento 100% colombiano, siendo la primera de seis creaciones que desarrollará este año en Europa y Suramérica. Sobre su experiencia con L’Explose Danza concluye: “Este proceso nos pidió a todos modificarnos, fue un proceso muy intenso y se ve en el escenario”.

La obra es una coproducción de L’Explose Danza con la Compañía Sharon Fridman, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, Iberescena y Opsis Producciones SL. Contó con el apoyo de Acción Cultural Española y la Embajada de Israel en Colombia.