Con el lema "Eurovegas No", una plataforma ciudadana se ha movilizado en España para luchar contra un proyecto de un gigantesco complejo de casinos, a imagen de Las Vegas y que debería crear más de 260.000 empleos en un país con una tasa de desempleo récord.
"Es una repetición del modelo del ladrillazo. No es una fuente de empleo sostenible", denunció una de sus representantes, Ana Sanz, en la presentación de la plataforma en Madrid.
"Este proyecto significa hacer más de lo mismo, reforzar un modelo que se ha visto fracasado con la crisis", insistió otro miembro del colectivo, Carlos Ruiz.
"Este proyecto", es un inmenso complejo centrado en el juego, por el que se pelean las dos principales ciudades españolas, Barcelona y Madrid.
"Eurovegas", como se le conoce ya en España, supondría la construcción de seis casinos, doce hoteles con 36.000 camas, nueve teatros y tres campos de golf, según los medios españoles.
Supondría una inversión de 15.000 a 18.800 millones de euros y la creación de 164.000 empleos directos y 97.000 indirectos.
El promotor, el gigante del juego Las Vegas Sands, propiedad del multimillonario estadounidense, Sheldon Adelson, debería anunciar al comienzo del verano si el complejo se hará realidad, y si es así, cuál de las dos ciudades lo albergará.
Pero los datos oficiales son difícilmente accesibles y sus detractores denunciaron "la opacidad" que envuelve al proyecto.
"Se ve que las cifras que nos están vendiendo no son reales", afirma Ana Sanz.
Inmersa en la crisis, España registró a finales de 2011 una tasa de desempleo récord del 22,85% y en torno a un cuarto de su población activa (24,3%) debería estar desempleada de aquí a final de año, según las previsiones del gobierno.
En este contexto, la perspectiva, aunque sea vaga, de un proyecto que podría generar 261.000 empleos entusiasma a los responsables políticos y económicos.
"Más de la mitad de los madrileños en paro podrían encontrar trabajo", había afirmado en febrero la presidenta de la región de Madrid, Esperanza Aguirre, asegurando que negocia con el millonario estadounidense desde 2006.
"Vamos a cambiar toda la normativa que haya que cambiar siempre que esté acorde con nuestros principios", prometió Aguirre.
Por su parte, el presidente catalán, Artur Mas, declaró que este proyecto traería un "turismo de calidad".