El artista chino Ai Weiwei, que expone por primera vez sus fotos en París, denunció que la corrupción es "omnipresente en China" y que la represión "se ha vuelto draconiana" en el país asiático.
En una entrevista al diario Libération, que le dedica toda la portada de su edición del martes, Weiwei responde libremente a las preguntas del periódico.
La corrupción "es omnipresente en China, puesto que es el país de la opacidad". "En tiempos de Mao, la prevaricación prácticamente no existía porque el riesgo de que te atrapasen era muy importante", aseguró.
"Esta perversión llegó con las reformas a inicios de los años 1980, cuando (el ex presidente chino) Deng Xiaoping declaró que hacía falta 'dejar enriquecerse primero a una parte de la población'. Este principio, que es contrario a los preceptos comunistas, se ha convertido en la ideología dominante en estos treinta últimos años", explicó.
"Los sobornos, el tráfico de influencia, las malversaciones han invadido todo el sistema, que no está controlado por el público", agregó.
En cuanto a la gente, los chinos "seguro que querrían salir a la calle a protestar, pero la represión policial se ha vuelto draconiana", denunció.
Según el artista, "las presiones y el control son asfixiantes", incluso para él. "Ahora, uno puede ser encarcelado bajo cualquier pretexto", criticó.
Weiwei desea un "+glasnost+ a la Mijail Gorbachov", el último dirigente de la Unión Soviética. "Gorbachov es un sabio que comprendió que la manía del secreto es el cáncer que carcome a los países comunistas, porque permite la corrupción y el abuso del poder".
Para obtener esta entrevista, el periodista de Libération explicó que se negó a ceder a las exigencias de las autoridades chinas: enviar las preguntas por adelantado y evitar cualquier referencia política.
Weiwei recibió al autor de la entrevista en su taller de las afueras de Pekín y se mostró de acuerdo "para hablar de todo".
Acusado de "fraude fiscal" y de pornografía, Weiwei fue detenido en secreto durante 81 días, posteriormente liberado bajo fianza, a la espera de un proceso, y condenado a pagar una multa de 15,22 millones de yuanes (1,7 millones de euros o 2,25 millones de dólares).