La crítica situación por la contaminación que afronta Medellín y que no ha logrado ser reducida a pesar de las medidas adoptadas por la Alcaldía -y que ya fueron levantadas-, llevaron a que se iniciara una curiosa campaña para llamar la atención sobre la gravedad del problema: ponerle tapabocas a las esculturas gordas del maestro Fernando Botero.
En principio, hace un par de semanas, académicos del Laboratorio de Calidad del Aire (Calaire) de la Universidad Nacional Sede Medellín, había pedido a las autoridades de la capital paisa y otros municipios del Valle de Aburrá, fortalecer las medidas de calidad del aire, “frente a la alerta roja que se presenta”.
Indicaron que “los índices de PM2,5 son partículas finas que flotan en el aire e ingresan a las vías respiratorias y causan enfermedades respiratorias, las cuales están por encima de la norma nacional. Por ello, las autoridades declararon alerta roja y generaron estrategias para disminuir el riesgo”.
Los municipios del Valle de Aburrá acordaron unirse a la estrategia de pico y placa que se maneja en Medellín y en los mismos horarios. Sin embargo, el profesor José Fernando Jiménez, adscrito al Departamento de Geociencias y Medio Ambiente, precisó: “ampliar la medida del pico y placa podría ayudar, pero no resolverá la situación”.
Por su parte, Carmen Elena Zapata, directora del Laboratorio Calaire, explicó que desde el convenio marco de cooperación técnico-científico (Redaire), la Universidad Pontificia Bolivariana ya había elaborado un protocolo para este tipo de emergencia. Sin embargo, no se ha aplicado en los municipios porque “cada uno lo tiene que adoptar y eso tomó tiempo”.
Uno de los números que más asombra es el incremento del parque automotor, especialmente de motocicletas, el cual aumentó alrededor de un 270 %. Actualmente, solo las motos de dos tiempos están incluidas en la medida de pico y placa. Sin embargo, los investigadores señalaron la necesidad de incluir también las de cuatro tiempos.
“Tenemos el problema del PM2,5 secundario, producido por la reacción fotoquímica de óxido de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles, que provienen de la quema de combustible en los vehículos. En proporción, casi el 50 % de los vehículos son motos y eso hace que la contribución en PM2,5 directa sea pequeña, pero en PM2,5 secundaria es la más alta en las motos de cuatro tiempos”, indicó la profesora Zapata.
Según los investigadores, este fenómeno de contaminación no es común y se debe a condiciones extraordinarias como el fenómeno del Niño prolongado, que reduce lluvias y vientos, la topografía del territorio y, por supuesto, la contaminación generada por la actividad humana.
Decisión de la Alcaldía
Pero el alcalde Federico Gutiérrez anunció esta semana que se suspenden las medidas que se adoptaron el jueves 31 de marzo en Medellín para enfrentar la contingencia ambiental que registra el Valle de Aburrá.
“Si bien la emergencia ambiental no está superada por completo, las cifras de monitoreo de la calidad del aire demuestran a la fecha que las acciones que adoptó la Alcaldía de Medellín han arrojado positivos resultados”, informó la Alcaldía.
Dijo que las actividades físicas y recreativas al aire libre en los establecimientos de educación básica primaria y secundaria podrán retornar a la normalidad dados los cambios positivos en las condiciones atmosféricas.
Así mismo, se determinó el retorno a la normalidad de la programación de ciclovías y de los escenarios deportivos del orden municipal para actividades físicas al aire libre en la mañana. Las actividades físicas al aire libre dirigidas a los adultos mayores en las horas de la mañana, promovidas desde la administración municipal y sus entidades descentralizadas, también se normalizan.
La campaña
Luego del anuncio del alcalde Gutiérrez, el colectivo La Ciudad Verde emprendió una campaña para llamar la atención sobre los niveles de contaminación en el aire que respiran los paisas.
Es por ello que ayer amanecieron luciendo tapabocas las 23 esculturas del maestro Fernando Botero.
Según los promotores, los tapabocas fueron diseñados a la medida de las esculturas para resaltar lo que está pasando en la ciudad por efectos de la excesiva contaminación.
“Las esculturas se ponen tapabocas preocupadas por la mala calidad del aire de Medellín y el Valle de Aburrá”, trinó La Ciudad Verde.
“Llevamos 30 días con altísima contaminación. Tenemos una chimenea prendida con la salida tapada y nos estamos chupando el humo, pero aún no tenemos medidas de fondo para resolverlo”, declaró Carlos Cadena, uno de los voceros de la campaña, la cual también es auspiciada por los organizadores del Foro de Ciudades Bajas en Carbono a realizarse en octubre próximo en Medellín.
El colectivo La Ciudad Verde y los organizadores del Foro Ciudades Bajas en Carbono instaron a los ciudadanos para que se movilicen en bicicletas o aumenten el uso del transporte público.
Los integrantes de La Ciudad Verde y otros colectivos ambientalistas aseguran que, de no tomar medidas de fondo, es posible que la situación se repita. “El problema no son las arenas del Sahara sino las fuentes móviles contaminantes”, dijo Cadena.