Recientemente fueron recuperadas dos esculturas del Museo Colonial que permanecieron desaparecidas durante 13 años. Se trata de las imágenes de la Virgen María y San José, emblemáticos iconos de la Navidad que podrán ser contemplados a partir de hoy en la Sala de Esculturas del Museo.
Las dos esculturas, provenientes de la Escuela Quiteña, conocidas como Virgen María y San José, retornan al Museo Colonial después de 13 años de estar desaparecidas. Estas obras fueron robadas junto con otras piezas del pesebre quiteño y de la colección de platería del Museo en el año 1998.
Recuperación del patrimonio
Unidades adscritas al Grupo Investigativo de Patrimonio Cultural realizaron un allanamiento a un anticuario ubicado en el sector de Chapinero y recuperaron las dos obras elaboradas con madera tallada policromada y textiles, avaluadas en 150 millones de pesos, aproximadamente, en el mercado negro.
Esta recuperación forma parte de las acciones que se adelantan en el marco de la Campaña Nacional contra el Tráfico Ilícito, que lidera el Ministerio de Cultura en cabeza de la Dirección de Patrimonio, en cumplimiento de la Convención UNESCO de 1970.
Las actividades de la Campaña Nacional se soportan, entre otras, en los acuerdos y convenios de cooperación que Colombia ha establecido con países de la región y especialmente en el Convenio Interadministrativo de Cooperación 1881-01-05, para el cumplimento de funciones administrativas, para contrarrestar el tráfico ilícito de bienes culturales, el cual fue prorrogado el año anterior y del cual forman parte la Policía Nacional de Colombia y la Fiscalía General de la Nación.
En 1998 fueron hurtadas 139 obras de platería y escultura del Museo de Arte Colonial. El conjunto de platería estaba conformado por piezas de los siglos XVII y XVIII dentro del cual se hallaban aureolas, azucenas, cálices, collares, copones, cruces, custodias, hojas de palma, mariolas, patenas, portaviáticos, platillos, potencias, relicarios, coronas, cucharas, acetres, bandejas, una crismera, una naveta, una llave de sagrario, un portapaz, una placa y un hostiario.
Las esculturas pertenecían a un pesebre del siglo XVIII, conformado por pequeñas imágenes de madera policromada. Entre las figuras desaparecidas se contaban reyes magos, pastores, bailarines y personajes de la vida cotidiana.
Escuela Quiteña de Escultura
Durante el siglo XVIII, los talleres de escultura de la ciudad de Quito produjeron las obras más destacadas de Sur América. Por la alta calidad de las tallas policromadas de cuerpos completos y de rostros, manos y pies éstas fueron enviadas a diferentes ciudades para ser comercializadas. Por este motivo se encuentran muchas imágenes o fragmentos en Colombia, especialmente en Popayán, Santafé de Antioquia, Rionegro y Bogotá.
La escultura quiteña sobresalió en la realización de mascarillas metálicas con ojos de vidrio, en la delicada anatomía y en el movimiento de los cuerpos y sus vestuarios. Entre los talleres más reconocidos se encuentran los de Legarda y Caspicara.