Colombia es considerado un país de tradiciones en las diferentes épocas del año y la Semana Santa no es la excepción. Una de las actividades que se lleva a cabo en esta fecha es la acostumbrada vigilia, que históricamente incrementa el consumo de pescado y comida de mar; por eso es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones que entrega Nueva EPS para evitar posibles intoxicaciones por alimentos en descomposición o mal preparados:
- Certifique que el producto provenga de un lugar de confianza, que garantice su idoneidad, desde la procedencia, pasando por el manejo (cadena de frío), hasta la manera como lo comercializan. En caso de que se presente un inconveniente, tendrá quién le responda.
- Específicamente en el pescado, debe estar atento a ciertos rasgos que pueden indicar la condición del producto:
Ojos: que estén presentes dentro del lugar que les corresponde, que sean firmes, brillantes, que tengan la pupila oscura y que no presenten ningún color extraño.
Agallas: que no presenten sustancias viscosas ni olores muy fuertes. Que sean de color homogéneo rojizo y que conserven cierta humedad.
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Cuerpo del pescado: debe estar firme y adherido al hueso, que al pasar la mano conserve su estado natural y no se deslice o se pegue a los dedos.
Escamas: deben presentar consistencia y firmeza entre ellas, si están viscosas no es un buen síntoma.
Piel: firme, húmeda, tersa, adherida al músculo, sin arrugas ni laceraciones.
Olor: si bien es cierto el pescado tiene un olor característico, este no debe ser muy fuerte. Este es el principal indicador del estado del producto.
Un fenómeno que se da muy a menudo es la contaminación cruzada, que sucede al quitarle las escamas al pescado y estas se mezclan con los otros alimentos (verduras, cereales, etc.) Para evitarla es fundamental preparar el pescado de manera cuidadosa e individual, y posteriormente preparar los complementos.
Conserve el producto en recipientes herméticos hasta la hora de ponerlos a cocinar, no los exponga por un tiempo prolongado al ambiente pues la presencia de bacterias, sumado a la condición propia del pescado, puede que degenere en descomposición. No se recomienda dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas ni descongelar a temperatura ambiente.