Luego de la pandemia, se ha generado una ola de conciencia y deseo de bienestar, por lo que muchas personas sienten la necesidad de retomar actividades al aire libre que les permitan mejorar su calidad de vida y estar en constante movimiento, sin embargo, pocas de ellas son conscientes de la necesidad de cuidar la salud visual cuando practican deportes en exteriores.
Según expertos, cada año se encuentran miles de pacientes con lesiones oculares relacionadas con la práctica de actividades al aire libre, las cuales requieren de una rápida y eficiente intervención por el alto grado de afectación que puede tener el enfoque visual. Según la OMS el 97% de estas condiciones se pueden evitar con diagnósticos oportunos.
Tener un estilo de vida saludable también implica ser consciente del cuidado de los ojos, si bien, hacer ejercicio al aire libre y estar expuestos a los rayos UV, es bueno para la salud, el exceso de esto puede llegar a tener implicaciones graves en la visión como cataratas o el aumento del riesgo de Pterigio. Así mismo, en la práctica de deportes como el ciclismo o el atletismo, que se han vuelto tendencia en los últimos años, es necesario protegerse del viento y el polvo para evitar la presencia de cuerpos extraños en los ojos, que incluso pueden generar otro tipo de accidentes.
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De acuerdo con Yohana Chacón, optómetra y jefe de Dirección Científica de Ópticas GMO Colombia, “el uso de gafas aumenta la calidad y la comodidad con la que se realizan las actividades, en caso de no ser así se verá reflejado y las secuelas podrían ser irreversibles. El deportista aficionado o profesional debe utilizar gafas como un elemento de protección y cuidado. También en caso de golpes, hay marcas especializadas como Oakley, que incluso realizan pruebas con balines para demostrar su calidad y resistencia”.
Por eso, se recomienda usar gafas deportivas que además de filtro UV, se tenga en cuenta que los lentes sean en forma curvilínea para evitar que la luz ingrese por los laterales; asimismo, se puede optar por lentes polarizados, que lo que hacen es reducir el brillo, o fotocromáticos que se ajustan a los cambios y a la intensidad de la luz.
Los lentes varían dependiendo del material, sin embargo, el ideal es el policarbonato, de igual forma, se sugiere utilizar gafas que sean livianas, resistentes a las caídas, golpes o rayones, y que, en lo posible, se ajusten a la cara para mayor comodidad.