Decenas de viudas y huérfanos despidieron, en medio de llantos, música y buenos deseos, a "Joselito", cuya muerte simbólica pone fin a cuatro días de jolgorio en el Carnaval de Barranquilla, el más importante del Caribe colombiano.
Joselito, un personaje que representa la alegría, la fiesta y el desorden en el marco de la tradición del carnaval, fue enterrado por muchas mujeres y hombres disfrazados como su viuda que gritan y gimen y despiden al difunto y de paso a las festividades anuales.
“Ay José, te llevó el chikunguña y el tormento tuyo en este Carnaval”, se lamentó Cristina Felfle Fernández, reina del Carnaval y quien con un hermoso disfraz que representaba la muerte encabezó la ceremonia de cierre del Carnaval en la popular zona Barrio Abajo, en Barranquilla.
Cerca de una decena de parodias de Carnaval acompañaron a la reina y su cortejo de viudas hasta el entierro del personaje que revivirá en un año para volver a bailar, tomar y gritar "quien lo vive (el carnaval) es quien lo goza", una de las frases que identifica estas fiestas folclóricas del norte colombiano.
Durante los días de celebración se vivieron desfiles de comparsas, festivales de danzas tradicionales, orquestas, humor y alegría, que terminaron horas antes del miércoles de ceniza, con el que se inicia la tradición Católica de la cuaresma.
El Carnaval de Barranquilla fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003 y es considerado una de las tradiciones culturales más importantes del país.