Hasta hace unos 15 años se hacían dos o tres películas anuales en Colombia. El apoyo económico era mínimo, la formación profesional limitada y las participaciones en los festivales internacionales eran escasas. La historia ahora es otra, el cine nacional está pasando quizá por su mejor momento; se producen más películas, existe mayor apoyo estatal, hay nuevas ideas, tramas interesantes, facilidades para la producción y grandes reconocimientos a nivel internacional.
En Colombia han existido dos leyes que fomentan la producción audiovisual en el país; la Ley 814 de 2003 y la Ley 1556 de 2012. Ambas brindan estímulos tributarios a productores nacionales y a los internacionales que elijan Colombia como locación de sus proyectos.
“Las dos leyes de cine que hay en Colombia han permitido que se profesionalice la industria, haya mayor diversidad de contenidos y que se haga más cine”, aseguró Andi Baiz, uno de los más exitosos directores de cine de Colombia.
Por otro lado, el número de profesionales del cine en Colombia aumenta cada vez más, mientras que en 2014 se graduaron casi 250 personas en universidades y escuelas de cine nacionales y en el extranjero, hace 15 años la cifra no superaba las 50 personas. Además, hoy son 80 las escuelas de cine en Bogotá, a diferencia de la 5 que existían hace una década.
“Los estímulos e incentivos que da el gobierno hoy para que los productos nacionales sean vistos en el exterior, son relativamente recientes”, afirmó Baiz, quien se ha destacado por importantes y nominadas producciones nacionales como La cara oculta, Satanás, Roa y Metástasis, el remake de la aclamada serie Breaking Bad.
Gracias a este auge en el sector audiovisual, empiezan a nacer en Bogotá importantes eventos y festivales que promocionan y dan pie al crecimiento del género, uno de ellos es el festival de cine independiente de Bogotá, IndieBo, que con Claro Música como aliado trajo a los cines de la ciudad una selección de musicales independientes.