Lograr un equilibrio entre la vida laboral y familiar puede significar todo un reto para un individuo, pues si bien es cierto que la carrera profesional y aspiraciones en el trabajo son un pilar importante en la sociedad, también lo es la familia, por en este núcleo se fomentan los principios y valores que forman a una persona para la convivencia en comunidad.
Cuando se ocupa un empleo, se adquieren responsabilidades que incluso pueden llevar a largas jornadas dedicas al trabajo, por lo cual puede, de cierta manera, descuidar la relación con los miembros que conforman el hogar con el fin de lograr conseguir éxitos profesionales.
Entre tanto, otro factor que puede generar un desequilibrio entre ambos ámbitos es que algunas personas no logran desligar lo profesional de lo personal, por lo cual llevan a sus casas parte de su agenda de trabajo o aquellos inconvenientes que tuvieron lugar en la oficina.
Sin embargo, el exceso de trabajo no sólo puede influir en el deterioro de las relaciones interpersonales con los familiares, sino que también ocasiona problemas en la salud como estrés, ansiedad, cansancio excesivo, problemas gástricos y cardiovasculares, insomnio y dolores lumbares.
Por tal razón, es importante que la persona evite exceder el tiempo que dedica al trabajo; porque la fatiga y otros problemas ya mencionados pueden afectar de manera negativa tanto la capacidad de trabajar como el papel que desempeña en su familia. Todo esto se resume en que cada día aumenta el temor al desempleo, ya que en caso de que pierda su empleo, la estabilidad económica del hogar tambalea.
Este miedo incrementó de manera potencial en época de pandemia, pues la tasa de desocupación en Colombia ha repuntado en récords históricos. Según informó el Dane, en junio se registró un 19,8% de desempleo, lo que representa un aumento de 10,4% frente al mismo mes del año anterior (9,4%).
Además, estrategias como el ‘Home Office’ han significado un arma de doble filo porque a pesar de ser innovadoras y seguras para los trabajadores que no pueden salir de sus casas por el Covid, han sido usadas en algunos casos de manera incorrecta por empleadores que solicitan a sus trabajadores más horas de trabajo por el simple hecho de estar en su hogar.
No obstante, alcanzar el equilibrio saludable entre la vida familiar y laboral sí es posible con la implementación de estrategias como hacer un cronograma para cada una de ellas, es decir, establecer horarios fijos para tareas laborales, de la casa, actividades sociales, entre otras.
En ese sentido, es importante priorizar el espacio que tiene cada uno de los planes de esta agenda. Por ejemplo, en reuniones familiares evitar responder mensajes y llamadas del trabajo o cuando se esté en desempeñando una actividad laboral, hacer a un lado las redes sociales u otro tipo de distracciones.
Por lo tanto, es esencial establecer un límite entre los dos entornos, pues en muchas ocasiones puede haber fracturas en las relaciones que establecemos en casa a causa del exceso laboral y, además, es posible que también se pierdan sucesos o acontecimientos importantes.
En materia de cuidado personal, la mejor manera de evitar quebrantos de salud por trabajar más de lo necesario es tener una dieta balanceada, dormir lo suficiente para evitar aumentar el nivel de estrés, reservar tiempo todos los días para una actividad de esparcimiento y construir una buena comunicación con compañeros de trabajo que puedan cubrirte en algunas tareas.
Finalmente, el empleado debe fijarse metas reales en función de resultados a la hora de obtener un ascenso o un incentivo en la compañía para la que trabaja o la que lidera, pues al tener objetivos muy generales a corto plazo puede generar preocupación y una desestabilización emocional.
Lograr un equilibrio saludable en la vida laboral y personal no es algo instantáneo, es un proceso continuo relacionado con cambios en diferentes aspectos, pero un método para ir por buen camino es analizar las prioridades y hacer modificaciones con respecto a estas.