De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los casos de covid-19 en el mundo están superando los dos millones por semana y más de un millón de personas han perdido la vida a causa del mismo.
En los últimos días, se han conocido noticias esperanzadoras sobre avances de vacunas. Sin embargo, la misma comunidad científica ha alertado que esta no eliminará el virus y la población deberá convivir con el covid por varios años
El epidemiólogo Jeremy Farra aseguró que “las cosas no habrán terminado para Navidad. Esta infección no va a desaparecer, ahora es una infección endémica humana”.
Por su parte, el profesor de la Universidad de Oxford, John Bell, destacó que es improbable que el coronavirus se llegue a eliminar, a pesar de los positivos resultados preliminares que ha obtenido la vacuna de esa institución académica británica. “La realidad es que este patógeno está aquí para siempre, no se va a ninguna parte”.
En este sentido, este año las celebraciones y fiestas serán diferentes, ya que es la primera Navidad bajo pandemia. Según los expertos, las restricciones y las limitaciones serán la característica durante la época más familiar del año. Habrá que olvidarse de cenas y eventos multitudinarios.
Es claro que las celebraciones deberán ser íntimas y reducidas. “Si revisamos la historia, encontramos que, en momentos de crisis, desastres o amenaza las personas tendemos a responder de dos formas: o nos dejamos contaminar por los miedos, las limitaciones y el egoísmo de nuestras mentes fuera de control; o usamos ese momento desafiante como impulso motivador para descubrir y expresar nuestras emociones y cualidades positivas para impregnarlas a los demás y crear ambientes sanos y propicios para la convivencia familiar, grupal y social”, afirmó Andrés Barreto, director del programa de Psicología de la Fundación Universitaria San Martín.
El experto señala que, si se enfocan los objetivos hacia la aceptación de esta situación como una oportunidad de crecimiento, este fin de año no será un período de angustia y desánimo. Más bien, se convertirá en un momento que se recordará como un gran desafío que se logró superar.
Barreto planteó algunas pautas para trabajar durante los próximos meses y lograr afrontar la primera Navidad bajo pandemia:
1. Reconozca que está ante una nueva situación por la que nunca había pasado, así que mantenga una actitud ecuánime y equilibrada. La sociedad está abocada a un cambio en las rutinas de los niños y adolescentes. El confinamiento ha hecho que se disminuyan o eliminen las actividades físicas y los deportes, igual ha pasado con la interacción social con los amigos y parientes no inmediatos.
Es natural centrarse en todo aquello que hace falta en este momento de la vida, es vital mantener un apoyo amoroso hacia los jóvenes y aquellos con quienes se comparte el día a día, enfocando los esfuerzos por mantenerlos a salvo, contentos y bien. Esto genera una sensación de seguridad y optimismo.
2. Recargue su interior a través del mindfulness. En tiempos de crisis es imperante encontrar un refugio mental y espiritual. Está claramente demostrado que los ejercicios de relajación y quietud que proporciona el mindfulness generan armonía, paz y tranquilidad, elementos indispensables en estos tiempos.
3. Establezca rutinas saludables y equilibradas. Construya rutinas equilibradas y estructuradas que incluyan alimentación sana, ejercicio y espacios de entretenimiento y diversión. Saber lo que sucederá a continuación crea estabilidad.
Una forma de hacerlo es establecer un plan que combine períodos para actividades escolares, con períodos de juego (como lo harían en el colegio o en interacción con otros como ocurre en el trabajo). Involucrarlos en algunas tareas domésticas apropiadas para su edad, los hará sentirse útiles y participativos. Esfuércese en demostrar aprecio por los esfuerzos que realicen los otros.
4. Elija ser feliz. Recuerde que este período difícil es temporal y nos invita a la búsqueda de la felicidad y la alegría.
“Durante el tiempo en familia se puede invitar a que cada uno recuerde y comparta actividades que lo hicieron reír. Así como los músculos se desarrollan con el ejercicio, las emociones y los pensamientos positivos se fortalecen con la práctica diaria”, finalizó Barreto.