Pocas personas son conscientes de que la decoración, el color y la iluminación van de la mano. El tipo de bombillos que se escoge puede tener un impacto dramático en el ambiente y en lo que cada espacio transmite.
Para dar una guía general dirigida a aquellos que están por decidir la gama de color para ambientar sus espacios, Signify, brinda algunos consejos y trucos para trabajar con la iluminación y el color en la decoración del hogar.
Colores en diferentes partes de la casa
Zonas comunes: Espacios como sala y comedor, que por lo general están conectados, son zonas en los que colores fuertes y con carácter van bastante bien. Gamas de amarillo vivo, naranja y azules oscuros en zonas de atención y neutralizadores marrones, violetas o incluso fucsia funcionan bastante bien.
Habitaciones: Por ser un espacio de descanso, se aconseja el uso de tonos cálidos que transmitan tranquilidad. Blancos, azules claros o verdes son bienvenidos, reflejan paz.
Espacios de trabajo: Depende claramente del trabajo a desempeñar en este espacio. Colores que evoquen la madera son ideales para la concentración, en contraste con colores muy claros que generen baja distracción.
Cocina: Las tendencias previstas para 2021, sugieren una gama de colores de tonos neutros y sobrios como beige, gris y blanco, en contraste con tonos que evoquen naturaleza, verdes y tonos azul marino.
Baño: Una iluminación única puede dar toques únicos al baño. El amarillo es estimulante. El naranja es adecuado también, evoca alegría y calidez y por último la luz verde lleva a la calma y crea un efecto reparador.
A menudo nos encontramos con que los muebles y cortinas que se veían espectaculares en la tienda, pierden brillo e impacto cuando están en nuestro hogar y esto tiene mucho que ver con la iluminación adecuada.
Colores estimulantes como el rojo, naranja y amarillo se deben evitar en caso de que haya actividad constante en el hogar. Si al contrario se es lento y poco enérgico los colores anteriores son la mejor opción, evitando excesos.
Los LEDs son lámparas con mayor rendimiento energético y durabilidad. El ahorro de energía sumado a una mejor calidad lumínica y de producto hace de esta opción la alternativa ideal para iluminar el hogar. Para ser más precisos, la iluminación LED consume entre seis y siete veces menos que una bombilla incandescente y su vida útil es 10 veces mayor que las lámparas convencionales halógenas, ya que pueden durar hasta 15 mil horas, lo que equivale a 15 años de duración.