Ya puede Colombia escribir en las páginas de su historia que tiene dos Miss Universo. A la corona obtenida por Luz Marina Zuluaga en 1956, se suma hoy, 57 años después, la que ciñe para orgullo de todos los colombianos Paulina Vega Dieppa, la barranquillera de 22 años que anoche se impuso a 87 mujeres de todo el mundo.
El grito de júbilo que en cuatro ocasiones (1992, 1993, 1994 y 2008) con Paola Turbay, Paula Andrea Betancourt, Carolina Gómez y Taliana Vargas se había ahogado en la garganta de todo un país se pudo expresar anoche, y no sólo en el escenario del Doral, Estados Unidos, sino en Colombia entera, encendiendo el ya de por si animado Carnaval de Barranquilla, la patria chica de la mujer más bella del planeta.
Como se recordará Paulina Vega es la Señorita Colombia 2013 y Ariadna Gutiérrez –su prima- es la soberana del 2014, pero la participación le correspondió a la barranquillera porque el año anterior no se realizó el certamen de belleza universal.
El de anoche fue el Miss Universo 2014, que fue postergado hasta esta fecha buscando mayor audiencia televisiva, ya que se realiza entre los Globos de Oro y el Supertazón (Superbowl) del fútbol americano, señaló la organización del evento, propiedad del magnate estadounidense Donald Trump.
La belleza, espontaneidad y seguridad convirtieron a Paulina Vega en una de las favoritas desde el comienzo, hace tres semanas, del Reinado que se realizó en Miami, Estados Unidos. Esta modelo y estudiante de negocios que acaba de cumplir 22 años, fue la primera en ser nombrada en el ramillete de las 15 semifinalistas, comenzando a ilusionar a los colombianos ya que hacía años no se lograba estar en ese selecto grupo, del que también hicieron parte otras tres latinas, las representantes de Venezuela, Brasil, Argentina.
Y la ilusión rápidamente se tornó en certera esperanza cuando se ubicó entre las cinco finalistas y después de haber dejado al descubierto sus atributos físicos en el desfile en traje de baño. Allí reafirmó que era uno de los tres mejores cuerpos del concurso.
Junto a la hermosa colombiana estaban las representantes de Estados Unidos, Ucrania, Holanda y Jamaica.
Llegó el momento de tensión, las preguntas, una de ellas escogida por Facebook. Y en ese decisivo fogueo, la colombiana demostró su seguridad e inteligencia. A la primera de ellas, ¿Qué pueden aprender las mujeres de los hombres?, con mucha tranquilidad respondió: “Pienso que todavía existen hombres que creen en la igualdad, y eso es lo que creo que las mujeres deben aprender de ellos”.
Al segundo interrogante, ¿Cuál es la mayor contribución de tu país para todo el mundo?, la despampanante barranquillera contestó muy tranquila, pero sobre todo segura: “Pienso que mi país ha sido un ejemplo a seguir para el resto de países, somos gente perseverante, a pesar de cualquier obstáculo que se nos presente, seguimos luchando por lo que queremos lograr. Después de muchísimos años de dificultad, hoy en día estamos logrando liderar diferentes escenarios a nivel mundial, y es algo que me hace orgullosa de representar ante todos ustedes”.
El corazón no sólo de la representante nacional, sino de sus padres, comitiva y todos los colombianos que siguieron el concurso latía con más fuerza de lo normal al llegar el momento decisivo. El vestido blanco con brillantes y una sonrisa a flor de piel resaltaban la belleza de la espigada y hermosa colombiana.
Los presentadores emitieron el veredicto del jurado. La tercera princesa fue Kaci Fennhel, Miss Jamaica; la segunda, la representante de Holanda, Yasmin Verheijen; y la primera princesa Miss Ucrania, Diana Harkusha.
En ese momento, rodeada de las 86 participantes del concurso y en máxima tensión, Paulina Vega tomó las manos de la señorita Estados Unidos, Nia Sánchez, cerró los ojos y esperó la voz del presentador, quien pausado y eufórico anunció que la Miss Universo era: ¡Colombia! Enseguida, la hermosa joven abrió sus ojos ya con lágrimas, alzó sus brazos y miró al gigantesco público, tal vez para asegurarse de que lo que estaba viviendo no era un sueño. Era una realidad para ella y para el país que con orgullo representaba.
Y mientras la venezolana Gabriela Isler le entregó el cetro y la corona, el júbilo invadió a los asistentes al centro deportivo de la Florida International University (FIU) en Doral, Florida (sureste de EEUU) y a Colombia, en general.
Rodolfo Vega, el papá de elegida como la más hermosa del universo dijo que pedirá a Paulina que “siga siendo como es ella, que no pierda su esencia, humildad y solidaridad” y destacó que su hija tiene “un espíritu y un alma hermosa”.
“Tengo taquicardia. Estoy orgulloso y feliz porque Paulina cumplió su sueño de dar esta inmensa alegría a todo un país que se lo merece”, dijo a los medios de comunicación este cardiólogo, muy feliz, luego de que su hija de ciñera la corona de Miss Universo.
Recordó que, desde muy niña, Paulina tenía el sueño de ser reina, tal vez influenciada porque su abuela materna, Elvira Castillo Gómez fue señorita Atlántico en 1953 y quedó como tercera princesa. “Desde pequeña jugaba mucho con esa corona y siempre decía que cuando grande quería ser reina”, recordó Rodolfo Vega.
La nueva Miss Universo fue elegida por un exigente jurado integrado por diez personas, entre ellos el músico y productor cubano estadounidense Emilio Estefan, el actor cubano William Levy, la periodista de moda colombiana Nina García y el boxeador filipino Manny Pacquiao.
Paulina, a sus 22 años, inicia una nueva etapa en su vida, da una inmensa alegría a Colombia y se convierte no sólo en una bella embajadora, sino como lo dijo en su respuesta, en una multiplicadora de la perseverancia y el liderazgo que caracteriza a nuestro pueblo.