EL DIAGNÓSTICO molecular, con el que se pueden encontrar casos de resistencia a medicamentos y el de medio líquido, que acelera el tiempo de obtención de aislamientos del microorganismo, son los dos nuevos métodos rápidos que se están utilizando en el país para detectar y tratar casos de tuberculosis.
Actualmente 25 instituciones de salud públicas y privadas así como laboratorios de salud pública de 11 ciudades del país los están implementando; en este proceso de expansión, entre 2013 y 2014, se aplicaron alrededor de 3.000 pruebas con estas técnicas.
“Se espera que el número de casos con diagnóstico confirmado de tuberculosis se aumente y al mismo tiempo que se reduzca los casos de personas con tuberculosis resistente a medicamentos, cuyo diagnóstico con las técnicas convencionales toma hasta tres meses, pero con las nuevas tecnologías se puede reducir a un día”, señaló Ernesto Moreno Naranjo, coordinador del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis del Ministerio de Salud y Protección Social.
Estos métodos son aplicados en grupos prioritarios como las personas que han recibido un tratamiento previo de tuberculosis sin resultados favorables, pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) así como niñas y niños menores de cinco años de edad.
De igual forma, se sigue haciendo el diagnóstico mediante la baciloscopia, método con el que anualmente en el país se detectan cerca de 6.000 nuevos casos de tuberculosis pulmonar, la forma más contagiosa, y el de cultivos de la bacteria, con lo que se tiene una mayor capacidad para detectar casos que no se encuentren con la primera técnica.
“El Ministerio de Salud y Protección Social garantiza el diagnóstico y tratamiento gratuitos en el marco del Sistema General de Seguridad Social en Salud; sin embargo, es fundamental la participación de otros sectores con el fin de dar un soporte integral a los pacientes y sus familias, dado que la tuberculosis afecta con mayor frecuencia a las poblaciones con mayor vulnerabilidad”, indicó Moreno Naranjo.
El 61,4 por ciento de los casos están en Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Risaralda, Norte de Santander, Meta y los distritos de Bogotá y Barranquilla, zonas del país donde el Ministerio de Salud y Protección Social ha intensificado acciones encaminadas a mejorar la oportunidad del diagnóstico y tratamiento integral de todos los pacientes con tuberculosis y a promover la participación de la comunidad y de los afectados como parte activa del Programa. Estas actividades se realizan con el apoyo del Fondo mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria.
Tuberculosis y VIH
La tuberculosis es más frecuente en las personas que tienen VIH, porque se le han disminuido sus defensas; por esto toda persona seropositiva debe estar atenta a los síntomas de la tuberculosis. Igualmente, toda persona con tuberculosis debe recibir asesoría para la prueba voluntaria del virus, para facilitar la detección oportuna de ambas infecciones.
La persona que presente tos con expectoración por más de 15 días debe acudir a la institución de salud para que le practiquen el examen de esputo y en caso de salir positivo se le inicie el tratamiento continuo por seis meses, sin ningún costo para el paciente. Cuando la persona también tiene VIH debe recibir tratamiento para ambas enfermedades, que incluye la administración al menos durante nueve meses de los medicamentos contra la tuberculosis.
Avances en el país
Colombia, en concordancia con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha adoptado y adaptado la estrategia STOP TB, mediante el Plan Estratégico Colombia Libre de Tuberculosis 2010-2015, y actualmente se encuentra en la implementación de sus componentes, así como de la estrategia El fin de la tuberculosis, definida por la misma Organización hacia el 2030.
Entre 1990 y 2012 se presentó una disminución de más del 40 por ciento en la mortalidad, pasando de 3,67 casos por cada 100.000 habitantes en 1990 a 1,91 casos por cada 100.000 habitantes en 2012, lo que ha representado salvar aproximadamente 135.000 vidas en el país. Esta tendencia es un avance significativo para alcanzar el cumplimiento de la meta particular trazada en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de 2015.