Una nueva versión de la controvertida estatua del pontífice Juan Pablo II, instalada el año pasado frente a la estación central de trenes de Roma y que había sido sumamente criticada por su estilo moderno y trazos rígidos, fue descubierta el lunes en la capital italiana.
La imponente estatua de bronce, realizada por el artista italiano Oliviero Rainaldi, de 5 metros de altura y que representaba a Juan Pablo II con los brazos abiertos, fue retocada, en particular las facciones del rostro de Karol Wojtyla, que fueron suavizadas.
La cabeza ligeramente inclinada y la mirada sonriente hacia los miles de pasajeros que a diario pasan por esa zona, resultan menos molesto con respecto a la primera versión, de espaldas y que había generado protestas de los usuarios, inclusive de religiosos.
Igualmente fue corregida la forma cuadrada de la túnica, con nuevos bordes redondos y una cavidad menor.
"La escultura había sido mal montada en el taller de fundición y la cabeza había sido empotrada demasiado, por lo que no tenía cuello", explicó el artista a la prensa, que mejoró la proporción entre la cabeza y el cuerpo.
"Lo vi personalmente sólo un par de veces y trabajé en base a fotos y recuerdos. Traté de combinar lo simbólico con lo emblemático", se justificó el artista.
La estatua del papa Juan Pablo II, quien reinó de 1978 al 2005, fue instalada con ocasión de su beatificación el 1 de mayo del 2011 por su sucesor Benedicto XVI en el curso de una multitudinaria ceremonia que congregó a un millón de personas en Roma.