Clima: ultimátum planetario | El Nuevo Siglo
Martes, 10 de Noviembre de 2015

Indicadores  más que negativos preocupantes, a saber nuevo record en concentraciones de gases de efecto invernadero, más emisiones de CO2,  metano y el protóxido de nitrógeno, así como el alza de la temperatura mundial (con el consabido aumento del nivel de los mares) no dan margen de negociación ante la amenaza global del cambio climático.

Dos alarmantes informes sobre el tema fueron develados ayer, enmarcado la recta final de diálogo hacia la cita del COP21 en París –que arrancará a finales de este mes- y donde jefes de Estado y representantes del orbe

Desde el domingo y hasta mañana hay  60 ministros reunidos en París, tratando de impulsar las negociaciones sobre el clima, en un contexto de informes alarmantes que evidencian la necesidad de llegar a un acuerdo en la cita mundial de fines de mes en París.

"Avanzamos en territorio desconocido y la máquina acelera a un ritmo aterrador", alertó Michel Jarraud, el director de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia de la ONU con sede en Ginebra. 

"Cada año, anunciamos un nuevo récord de las concentraciones de gases de efecto invernadero", lamentó, tras la publicación del informe anual de la OMM que señala que en 2014 la media mundial de emisiones de dióxido de carbono (CO2) alcanzó el nivel inédito de 397 partes por millón (ppm). 

"Cada año decimos que ya no nos queda tiempo. Tenemos que actuar AHORA para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero si queremos tener la posibilidad de mantener el incremento de la temperatura a niveles manejables", añadió.

Un aumento de la cantidad de CO2, al igual que la del metano y el protóxido de nitrógeno, refuerza el efecto invernadero y amplifica, por tanto, el calentamiento global que la Tierra experimenta desde hace 150 años. 

"Esto significa unas temperaturas globales más altas, más fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor, las inundaciones, el deshielo y un aumento del nivel de los océanos y de su acidez", recordó la OMM. 

Por su parte Jarraud agregó que "las emisiones pasadas, presentes y futuras tendrán un impacto acumulativo tanto en el calentamiento global como en la acidificación de los océanos" y destacó que "las leyes de la física no son negociables".

El metano alcanzó también un nuevo récord de concentración en la atmósfera, hasta 1.833 ppm en 2014, según el informe.

El 60% de las emisiones de metano se deben a la actividad humana, en particular la ganadería y la explotación de combustibles fósiles, y la concentración en la atmósfera de este gas se ha incrementado un 254% respecto a los niveles preindustriales, indica la OMM.

El óxido de nitrógeno, cuyo impacto en el clima es 300 veces más importante que el del CO2 y que contribuye a la destrucción de la capa de ozono, registró una concentración en la atmósfera de 327,1 partes por mil millones el pasado año, un 121% más que en la era preindustrial. 

Las emisiones de este gas se deben en un 40% al ser humano, principalmente a causa de los fertilizantes y de la actividad industrial.

Subida del nivel del mar

A tres semanas de la conferencia de París (COP21), que aspira a cerrar un acuerdo mundial para limitar el alza de la temperatura media mundial a dos grados centígrados, el instituto Climate Central publicó otro informe que pone de manifiesto el impacto devastador que tendrá la subida del nivel de los mares en las grandes ciudades costeras. 

A muy largo plazo -al menos varios centenares de años-, las aguas cubrirán parte de ciudades como Shanghái, Bombay, Hong Kong, Dacca, Yakarta, Nueva York y Tokio, por culpa de la dilatación de los océanos que se calientan y del deshielo de los glaciares y de los casquetes polares. 

El nivel de los mares ya subió unos 20 centímetros desde el comienzo del siglo XX y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) predice que en el año 2100, aumentará entre 26 y 82 centímetros respecto a la media del periodo 1986-2005. 

El estudio de Climate Central hace predicciones más lejanas, que revelan que el fenómeno continuará de forma ineluctable. 

Si el calentamiento se limita a un alza del 1,5ºC, objetivo que reclaman los países más vulnerables como los pequeños Estados insulares, la subida del nivel de los océanos será de 2,9 metros, a largo plazo, y afectará a 137 millones de personas.  

Con un aumento de 2ºC, los mares subirán 4,7 metros, con un impacto directo sobre 280 millones de personas. 

Si el alza de la temperatura es de 3ºC, lo que se predice dadas las promesas actuales de los Estados para frenar las emisiones, las aguas subirán 6,4 metros y cubrirán zonas en las que viven 400 millones de habitantes. 

Por último, si las emisiones siguen con su ritmo actual, provocarán un aumento de la temperatura mundial superior a los 4ºC y el nivel del mar se elevará 8,9 metros. 

El domingo, el Banco Mundial avisó de que el planeta tendrá 100 millones de personas más viviendo en la pobreza extrema para 2030, si no se actúa para limitar el impacto del calentamiento global.

¿Serán esos informes necesarios para convencer a los responsables políticos de tomar decisiones históricas en diciembre en París?

Los ministros reunidos para preparar la COP21 en París abordan cuatro temas cruciales para sellar un pacto definitivo: equidad entre los países del norte y del sur, ambición de los objetivos, financiación y acciones necesarias antes de la entrada en vigor del acuerdo que se pretende alcanzar en la capital francesa, en 2020. 

Alcanzar más que un acuerdo un compromiso real para cambiar es inaplazable porque aquí no se trata, como se dice de salvar el planeta, sino que la humanidad sobreviva a los cambios extremos que se registran en él./EL NUEVO SIGLO con AFP.