Cinta “Chocó" sorprende a la Berlinale | El Nuevo Siglo
Miércoles, 15 de Febrero de 2012

El colombiano Jhonny Hendrix Hinestroza presentó en la Berlinale su película "Chocó", la historia de una joven madre de familia que lucha para criar a sus hijos en la paupérrima zona del noroeste de Colombia, en la costa Pacífica, poblada por descendientes de africanos.

Hinestroza le dio el nombre del departamento de Chocó, vecino a Panamá, a su heroína, encarnada por Karent Hinestroza, quien en esta ficción, con muchos visos de documental, debe soportar a un marido holgazán y borrachín, que le pega y abusa de ella.

Chocó gana un mísero salario buscando oro en una mina donde se utiliza el mercurio para lavar la arena, pero es despedida un día y su precariedad es tanta que no le alcanza el dinero para ofrecerle a su pequeña hija una tarta el día de su cumpleaños.

"No todos los hombres en Colombia somos como el marido de Chocó", dijo Hinestroza.

"En Colombia ocurre como en muchas partes del mundo: las mujeres son las que trabajan, las que se encargan del hogar, y los hombres son unos holgazanes. Además, con respecto al hecho de que el hombre le pega a la mujer, como lo dice un personaje, existe la tradición de que en peleas de marido y mujer nadie se mete", explicó.

La actriz Karen Hinestroza dijo por su parte que ella viene "de una zona parecida a la que se ve en la película, tengo el carácter de las mujeres del Pacífico colombiano".

El público alemán se sorprendió con el final de la trama, cuando Chocó, que no puede seguir soportando la manera como la trata su marido, interpretado por el actor Esteban Copete, decide "dejarlo inservible" sexualmente.

"No sabía cómo terminar la película y cuando le pregunté a varias amigas qué harían ellas con un hombre así la respuesta fue esa: dejarlo inservible", explicó Hinestroza.

Asimismo contó su forma de trabajar con la gente del pueblo donde filmó.

"He producido algunas películas y con frecuencia cuando se filma en un lugar lo único que quedan son anécdotas. El sitio donde rodamos es muy pobre, algunos niños sólo comen una vez al día. Quisimos generar un taller de actuación para unirnos más con esa comunidad, para que les quedaran conocimientos, que no nos sintieran tan distintos", contó.

"No hicimos casting. Escogimos los actores al ojo, por el entusiasmo. Se dice que en Colombia no hay buenos actores negros, creo que la película es una respuesta a eso", añadió.

"Quise que la cámara fuera espectador de una cultura, de la música, del río, de las minas que destruyen la selva por unos granitos de oro. Esas selvas son muy ricas", dijo.

"También traté de mostrar que esa gente hace fiesta y disfruta de la vida, intentan salir adelante y ser felices. Mostrar que, como el personaje de Chocó, hay cosas que les duelen, pero siguen dando frutos, pese a la naturaleza destruida".

"Yo vengo de allí, de niño caminé por esas calles, por fortuna pude aprender a contar historias y a hacer películas. Quería mostrar una realidad palpable. Muchas escenas son documentales, la gente dice lo que piensa, entonces no es un estereotipo".

"He hecho otras películas y cuando me preguntaban de dónde era al decir que de Colombia se sorprendían '¿cómo? ¿En Colombia hay afros? ¿En Colombia hay negros?' Si, yo soy uno. Entonces me di cuenta que debía mostrar esa parte, que conocieran nuestra música, nuestros paisajes, nuestras mujeres, la inocencia de los niños".

"En la propia Colombia, cuando lancé el proyecto, me dijeron que las historias de negros no le interesaban a nadie, por eso tengo expectativas y espero la reacción del público cuando la estrenemos", concluyó el realizador.