Por: Mónica Pérez
Especial para EL NUEVO SIGLO
El Festival Iberoamericano de teatro trae a Bogotá Cineastas, una obra que sumergirá al público en el mundo del cine al centrarse en las historias de cuatro realizadores de películas que tienen vidas independientes y viven entre dos mundos simultáneos, contrastando sucesos que se dan en la realidad contra los que ellos viven en los productos de ficción cinematográficos que realizan.
EL NUEVO SIGLOhabló con el director Mariano Pensotti, quien aseguró que esta puesta en escena es “un permanente juego entre la realidad y la ficción”, pues se representa en dos escenarios paralelos, donde se muestran vidas similares pero con historias diferentes.
Este montaje está dividido en dos espacios en el Teatro Nacional La Castellana. El primero se encuentra ubicado en la parte de abajo y cuenta la vida privada de los cineastas, mientras que el segundo va revelando cada una de las películas que los protagonistas están produciendo. Por este motivo, Pensotti afirma con orgullo “para esta muestra no utilizamos video ni ningún tipo de proyección, por lo tanto todo lo que el público va a ver es representado por un grupo reducido de cuatro actores que se desplazan entre un lugar y otro”.
La producción también representó un reto para el dramaturgo al no tener elementos de apoyo como video, productos multimedia y proyectores en una obra que habla constantemente de cine. Pero asevera que “aunque al principio pensamos en proyectar las vidas de los actores utilizando algún soporte técnico, nos pareció que era la idea más obvia, menos interesante teatralmente y un desafío menor para todos”.
Asimismo, otro de los desafíos más grandes para llevar a cabo este montaje fue personificar una historia de la vida real junto a una ficción cinematográfica. En cuanto a esto el director manifiesta que querían “tener una variedad de estilos muy grande dentro del panorama actual de Buenos Aires”, ya que para el equipo es fundamental contar algo de esta ciudad partiendo desde la cotidianidad de sus habitantes y de la ilusión que ellos presencian a diario.
“En mi ciudad, sobre todo en cine y teatro, hay una variedad estética muy grande y me interesa mostrar un estilo distinto, una forma de actuar diferente”, afirma Pensotti. Y es por eso que cada uno de los relatos y películas abarca géneros como drama, experimental, documental y musical, con el fin de develar una multiplicidad de formas “sin que se vuelva un showroom de virtuosismo”, comenta.
Muchos pueden pensar que por la diversidad de géneros que hay dentro de esta puesta en escena se haría una mímesis dentro de este campo, pero el experto resalta que “toda la producción se negó rotundamente a que las cintas fueran una reproducción de estilo o un homenaje a alguien en particular, por lo tanto pusimos todo nuestro esfuerzo para que cada una de ellas tuviera una idiosincrasia propia, que las diferenciara totalmente de las demás”.
Siendo así, Pensotti añade: “lo que más me interesaba era mezclar los momentos de la vida de los cineastas con el relato de las películas proyectadas, para exponer cómo la ficción modifica la existencia personal de los individuos”.
Y es por eso que a través de las tablas el público podrá presenciar cuatro films que transitan por el abandono de un padre a su hija, la separación de un “eterno amor”, el enfrentamiento con la muerte y la resignación a ser pobre. No se pierda hoy la última función de Cineastas.