La depresión es una enfermedad cada vez más frecuente en el mundo, que hace que las personas que la padecen cuestionen el valor de sus vidas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es la principal causa mundial de discapacidad y contribuye de forma muy importante a la carga general de morbilidad. De hecho, esta misma organización estima que a nivel global más de 280 millones de personas sufren esta patología, que en el peor de los casos puede llevar al suicidio.
En Colombia, según cifras de Medicina Legal, de enero a noviembre de 2021 se registraron 2.350 casos de suicidio. Esto da cuenta de la importancia de informarse sobre la depresión y de intentar contar cada vez con mejores herramientas para acompañar a quienes sufren de esta enfermedad a nuestro alrededor. Para lograrlo, debe haber un compromiso real y genuino por entender mejor la salud mental, cuestionar las ideas y prejuicios en torno a este tema y ser de utilidad para la persona que lo necesita.
Precisamente, Cristian Muñoz, médico psiquiatra adscrito a Colsanitas, explica que la depresión es un trastorno neurobiológico que afecta la salud mental y bienestar. Dentro de los síntomas que manifiestan las personas con esta patología están: sentimientos de tristeza, irritabilidad, llanto, desesperanza, pérdida de interés, alteraciones en el sueño o apetito, cansancio, ansiedad, incapacidad para razonar, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, e ideas suicidas.
Aunque tener buenas intenciones es el primer paso para ayudar, no es suficiente. Es esencial informarse para brindar el soporte adecuado a las necesidades de cada persona, eligiendo muy bien el consejo y las palabras de apoyo que se pueden brindar. Esto implica evitar frases como:
- “Arriba ese ánimo, disfrute la vida”. Esta frase desconoce la enfermedad e invalida lo que está experimentando la persona con depresión.
- “No se le nota la tristeza, se ve feliz”. Una sonrisa, reír a carcajadas o que la persona tenga buenas experiencias no significa que tenga un diagnóstico diferente.
- “Hay situaciones peores, ponga de su parte”. Aunque para muchos afrontar las situaciones cotidianas sea fácil, las personas con depresión tienen mayores retos en este sentido.
- “Su vida es hermosa, no sea egoísta”. Esto frase hace que la persona con depresión se sienta juzgada y culpable por su propio padecimiento, lo que termina poniendo una carga mayor sobre ella.
- “Mañana lo superará, todo pasa”. El optimismo no es suficiente para alguien con depresión. La persona que padece esta enfermedad debe recibir acompañamiento y tratamiento médico especializado.
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Tener disposición para acompañar a una persona durante su depresión es una gran responsabilidad; por ello, el psicólogo Óscar Castro, coordinador de la especialización en psicología clínica de la Fundación Universitaria Sanitas, brinda a continuación algunas recomendaciones para ser un buen apoyo:
- Investigue sobre la enfermedad: conocer cómo funciona a nivel biológico, neurológico, emocional, fisiológico, los medicamentos que toma su persona cercana, la forma en que los toma, cuáles son posibles detonantes de los episodios de depresión, entre otros, le permitirá tener más información para actuar eficazmente.
- Conozca lo que genera crisis o riesgo: si usted hace parte de la red de apoyo de alguien con depresión y conoce esos factores que pueden desencadenar una crisis, es posible que vea venir posibles situaciones para prevenirlas o que sepa cómo acompañar efectivamente a su ser querido.
- Sea empático: tener depresión y afrontar episodios o crisis por esta enfermedad no hace que su ser querido sea más o menos persona. Trate de entender lo que está pasando y, aun si no logra comprenderlo del todo, acompañe a su ser querido del modo en que este lo necesite.
- Conozca los diferentes tipos de redes de apoyo: recuerde que con la depresión se pueden activar episodios con diferente intensidad y, en caso de ser necesario, es esencial activar otras redes, por ejemplo, con especialistas de la salud para hacer un manejo más especializado cuando se requiera.
- No se sobrecargue: recuerde que, aunque pueda ser agotador, hay una enfermedad para la cual usted está brindando su apoyo y cuidado. Esto implica que usted debe tener procesos propios de catarsis para evitar sobrecargarse.
Entienda su propio proceso como miembro de una red de apoyo: tenga en cuenta que es fundamental cuidar su salud emocional para ser un buen apoyo. Incluso, si necesita decir “no”, “Hoy quiero descansar y desconectarme”, hágalo sin sentirse culpable.