Un pájaro que llegó a ser una de las aves más abundantes en Europa y Asia está ahora en peligro de extinción por lo apreciada que es su carne en China, afirma un estudio publicado este martes.
El número de escribanos aureolados (Emberiza aureola) cayó un 90% desde 1980, y prácticamente ha desaparecido de Europa Oriental, Japón y en gran parte de Rusia, afirma el estudio publicado en la revista científica Conservation Biology.
Debido a este rápido declive, China prohibió en 1997 la caza de esta especie, conocida en el país como el "pájaro del arroz".
Sin embargo, hasta 2013 se siguieron capturando y vendiendo millones de estas aves en el mercado negro, junto con otros pájaros cantores, asegura el estudio.
El consumo se ha incrementado debido al desarrollo económico y a la prosperidad en el este asiático. Sólo en la provincia de Guangdong, en el sur de China, se consumieron un millón de escribanos aureolados en 2001, estiman los investigadores.
Estos pájaros migrantes se reproducen en el norte del Himalaya y pasan el invierno en la parte más cálida del sudeste asiático, volando por encima del este de China, donde han sido cazados desde hace más de 2.000 años, según la oenegé BirdLife International.
Por la noche, se juntan en grandes grupos para dormir, lo que hace de ellos presas fáciles para los cazadores con redes, agrega la organización.
El estudio establece un paralelo entre este proceso y la extinción de la paloma migratoria norteamericana en 1914 debido a la caza intensiva.
"La magnitud y la velocidad de este declive no tiene precedentes entre aves presentes en áreas tan extensas, con la excepción de la paloma migratoria" estimó el principal autor del estudio, el Dr Johannes Kamp, académico de la Universidad de Munster, en un comunicado difundido por BirdLife International.
"Los niveles elevados de caza también son responsables del declive de la población de escribanos aureolados", agregó.
Estos pájaros figuran desde 2013 en la lista de especies "en peligro" de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
"Para invertir la tendencia hay que informar mejor a la gente sobre las consecuencias de comer especies salvajes", comentó Bird Life International.