Lo depurado y lo barroco, dos estilos contradictorios, se dan la mano en la colección Chanel de alta costura, moderna al punto de ser muy fácil de llevar.
Tras acostumbrarlos a decorados extravagantes, Karl Lagerfeld instaló esta vez a los invitados en un lugar sobrio. Nada de teatro en ruinas, ni de góndolas de supermercado como en los desfiles anteriores, sino un apartamento de lineas minimalistas. Se trata de un homenaje a Le Corbusier, aclara el diseñador.
A principios de los años 30, el arquitecto diseñó para el millonario de origen mexicano Carlos de Beistegui un apartamento sobre los Campos Elíseos hecho todo en cemento en líneas muy depuradas, pero con algunos elementos decorativos barrocos, incluyendo una chimenea y un espejo en la terraza, recordó Lagerfeld.
"Le Corbusier en Versalles", tal es el tema de la colección. Parece que el palacio del Rey Sol y sus sucesores ha inspirado mucho a los diseñadores esta temporada: para Dior, cuya colección desfiló el lunes, Raf Simons imaginó una María Antonieta modernizada y actualizó los vestidos de la corte dieciochesca.
Los de Chanel --incluyendo el traje nupcial que cerró el desfile, presentado por una novia embarazada -- son en neoprene, el material esponjoso y elástico utilizado para los trajes de buzo o de surf que invade ahora la moda.
En este caso no hay miriñaque para mantener la forma sino que se utilizan moldes. "Se realiza una forma, se moldea por encima de ella y se quita el molde", explica Karl Lagerfeld. "Se trata verdaderamente de alta costura, vestido por vestido, no se puede hacer en prêt-à-porter", aclara.
- "Quiero comprarme dos vestidos" -
Los bordados --algunos de ellos incluyen materiales insospechados como el cemento-- están omnipresentes. Los talleres pasan horas y horas confeccionándolos. Ello no impide a las modelos deambular despreocupadamente en ojotas y con una gorra al revés en la cabeza para esta colección otoño-invierno.
En enero pasado, Lagerfeld había hecho entrar las zapatillas deportivas al mundo de la alta costura. No hay duda de que su intención es rejuvenecerla.
Durante el día, las clientas pueden ponerse un traje sastre depurado. Las faldas se llevan con bermudas. Para la noche, tendrán mucho para elegir, entre numerosas opciones de vestidos largos.
Hay trajes bustier rojos, un vestido depurado en blanco con bordados barrocos plateados y dorados...
La colección parece haber entusiasmado a las clientas asiáticas de Chanel, numerosas en el desfile. Son modelos "que le quedarán muy bien a las asiáticas", destaca la taiwanesa Wen Hsin Tsai Hong. "Me gustó mucho el lado joven de la colección, y me gustaría comprarme dos vestidos", dijo a la AFP Yi Mig Shi, una joven de 32 años llegada desde Shanghai.
"Cada temporada aparecen nuevas clientas" para la alta costura, explicó a la AFP tras el desfile Bruno Pavlovsky, presidente de las actividades de moda de Chanel. Se trata de mujeres en búsqueda de exclusividad.
"Hay cada vez más clientes jóvenes, de 20 o 30 años". "No se visten a diario con alta costura", pero compran ese tipo de ropa "para acontecimientos importantes o para hacerse un regalo". La colección de enero, marcada por "una cierta modernidad, funcionó muy bien. Es una de las más bellas del mundo".