¿Quién no ha sufrido por un mal de amor? Es en esos momentos en que la comida, la música y los amigos se convierten en el mejor o en el peor consejero. Esta es una obra sobre todas esas cosas que le ocurren a una mujer cuando le rompen el corazón.
Inspirada en historias reales de mujeres, con la mirada cómica de la dramaturga Carolina Mejía y la poderosa actuación de Natalia Bedoya esta puesta en escena pretende ser todo un ritual para sanar la tusa.
“Este montaje ha traído muchos retos para mí, el código de la comedia es todo un reto para interactuar con el público. También el hecho de que sea una obra llena de anécdotas de mi vida, algunas con un grado de exageración para generar esa atmosfera de humor y en general un repertorio de canciones muy exigentes de cantar y que he escuchado desde niña con un formato que se sale de lo tradicional y se lleva a un ensamble de saxofón, trompetas y acordeón” comenta Natalia Bedoya.
Como un tributo a la música mexicana “Fallaste corazón” presenta versiones en vivo de canciones de Rocío Durcal, Ana Gabriel, Juan Gabriel o Luis Miguel interpretadas por Natalia Bedoya. En escena la acompaña Jenny Lara quien será una payasa: su alterego. Ella representa cada uno de los impulsos que tiene una mujer en su vida amorosa: “la traga”, el desamor y a partir de ahí comer en exceso, emborracharse y hasta tener absurdos intentos de suicidio.
Al elenco se suma Juan Carlos Yela quien interpretará a varios personajes que aparecen tras un telón blanco, estas sombras representan los prototipos de hombre con que una mujer se cruza en su vida: el metrosexual, el macho, el zen y hasta el ginecólogo. Aquí aparece la mente caprichosa de las mujeres que quieren tener pareja, pero no se conforman con ninguno.
“Fallaste corazón” va más allá de otras propuestas que buscan poner en las tablas la música de plancha. Se trata de una visión profundamente femenina y cargada de humor negro que hila historias de desengaño para dejar un mensaje de amor propio e invitar a las mujeres a construir relaciones más consientes, a empoderarse y aprender a reírse de sí mismas.
La temporada arranca esta noche en la Sala Arlequín de Casa E, y las funciones serán de martes a jueves.