Madame Carven, que falleció a los 105 años, era considerada como la gran diseñadora de las mujeres de talla pequeña, para las que durante medio siglo creó vestidos impactantes y femeninos.
Carmen de Tommaso nació el 31 de agosto de 1909 en Châtellerault (Vienne, sureste de Francia), y se hizo llamar Carven al abrir una tienda con ese nombre en mayo de 1945, en los Campos Elíseos de París, especialmente dedicada a las mujeres menudas que como ella --medía 1,55 cm-- no hallaban ropa a su gusto.
Uno de sus primeros modelos, un vestido de escote abierto estampado en finas rayas verdes y blancas --los colores que luego serían su firma-- fue bautizado "Mi marca" y tuvo un éxito inmediato.
Un año más tarde, lanzó un perfume que daría la vuelta al mundo.
Así nació el estilo Carven: fresco y alegre, florido y colorido. Cintura de avispa, falda amplia y escote generoso, gustaba mucho a las chicas jóvenes, del primer baile al casamiento.
Esta ex estudiante de Bellas Artes dio a conocer sus colecciones mucho más allá de París. Sus modelos dieron la vuelta al mundo. De Brasil, Egipto o Australia, importó ideas y telas inéditas al universo de la alta costura.
Por considerar que las azafatas estaban mal vestidas, creó "Carven Uniforme" y rediseñó los atuendos de varias líneas aéreas. Abandonó la profesión en 1993, a los 84 años. Antes de morir, legó al Louvre una importante colección de muebles y objetos de arte del siglo XVIII.