Brasil se alista para vivir la fiesta más importante del año, el carnaval de Rio de Janeiro. El poder de la samba, el baile de las garotas y las luces de colores le dan alegría a un pueblo que hace pocos días estaba llorando por la tragedia ocurrida en la discoteca Kiss en donde murieron más de 200 jóvenes universitarios.
A pesar de que algunos sitios y celebraciones pre-carnaval fueron canceladas, los brasileros siguen adelante con el carnaval, que se realizará del 9 al 12 de febrero, que ya cuenta con nuevos monarcas, pues el pasado fin de semana Evelyn Bastos, de 19 años, se coronó como la nueva reina de la fiesta más conocida del mundo junto a Milton Rodrigues, quien ratificó su “mandato”, del cual goza hace cinco años.
Evelyn hace parte de una de las escuelas de samba más antiguas de Río, la de Mangueira. El día de su elección, Bastos aseguró que tiene todo natural y que su cuerpo se lo debe a las largas horas en el gimnasio y los ensayos del tradicional baile.
Milton repite
La samba convirtió a un empleado bancario de 33 años y 150 kg. en el rey de la mayor fiesta popular brasileña. Hace cinco años que Milton Rodrigues da Silva es el "rey Momo primero y único del carnaval" de Río. Su intención es mantener su "reinado" durante la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, y después participar de un popular reality show en la televisión local.
El viernes el rey Momo recibirá las llaves de la ciudad de manos del alcalde Eduardo Paes, quien le entregará simbólicamente el gobierno para dar inicio oficial a esta fiesta de cinco días en la que el exceso es la consigna.
Pero sin los coloridos trajes, las alhajas, la banda y los zapatos de charol blanco, Milton se confunde entre las miles de personas que todos los días toman los trenes suburbanos.
Sus 150 kilos logran hacerse paso entre la multitud y tomado del tubo de acero conversa y sonríe, aunque nadie lo reconoce: "Algunas veces la gente se me queda viendo, se quedan con la duda, pero por lo general me reconocen más cuando el carnaval está cerca porque salgo más en la prensa, en la televisión" cuenta Milton camino a casa.
El espíritu del carnaval se apoderó de Milton en 1995, cuando comenzó a colaborar con la escuela de samba Portela: "De niño no me gustaba el carnaval, la samba un poco, pero cuando conocí este mundo me enamoré" asegura.
El camino al trono fue largo. Milton participó del concurso para ser rey Momo por primera vez en 2003 y no ganó hasta 2008. En 2012 conquistó su quinta corona consecutiva, que le confiere además un premio de 9.800 dólares. "Y hasta ahora nadie me tumbó" se felicita.
Para ser rey del carnaval, "se requiere facilidad de expresión, espíritu carnavalesco y saber sambar. El peso ya no es un requisito, antes sí" comenta. La agenda de Milton es intensa: asiste a fiestas particulares, desfiles callejeros y principalmente al gran desfile en el Sambódromo, que él abre.
"Soy un enamorado del carnaval. Estar en la avenida abriendo esa fiesta, llevando esa alegría, se me pone la piel de gallina" dice emocionado. Pero en las largas jornadas "quedo tan cansado que en el tren no leo ni escucho música, sino que duermo así, de pie" añade con sonrisa bonachona.
Y si tiene un compromiso después del trabajo, el empleado bancario transporta en una maleta la corona y el traje de rey "dobladito". Al llegar a su casa en Madureira, su hija de cuatro años, Sophia, lo recibe con un beso y un abrazo aunque sus bracitos solo logran abarcar su pecho.
Además de su esposa y su hija, Milton vive con sus padres, que tienen una pequeña venta doméstica de cerveza y helados. En la sala de paredes rosa y piso de cerámica, invadida por los juguetes de Sophia, Milton muestra su última corona y cetro. "Tengo ya una colección", dice orgulloso.
Su papá “Miltao”, de 80 años, lo acompaña en cada certamen, y en el último los vecinos alquilaron un autobús para hacerle hinchada. Milton no sabe si quiere seguir una carrera en el mundo del entretenimiento después de su reinado y por ahora solo tiene claro que quiere participar en el popular reality show Big Brother Brasil: "Siempre quise participar, incluso antes de ser rey Momo" explica./EL NUEVO SIGLO-AFP