Por Sue De la Hoz S.
Periodista El Nuevo Siglo
MARCA UNA diferencia sustancial cuando los televidentes ven crecer física y profesionalmente a los actores que día tras día les proporcionan horas de entretenimiento. Tal es el caso del barranquillero Carlos Torres, quien hizo sus pinitos en la recordada serie Padres e Hijos, y que ahora vemos transformado en un joven doctor en Sala de Urgencias.
Su carita de niño bien está intacta, casi ni aparenta los 26 que tiene y solo a juzgar por su apariencia podría decirse que es un tipo fresa, yupi o pupy como dirían en su natal Barranquilla. Cosa parecida le pasa en su papel de Juan José, un estudiante de medicina que entra a un curso de rotación en el hospital La Esperanza.
Es un estudiante aplicado, con cero experiencia pero muchas ganas de aprender. El Dr. Beltrán (Adrián Makala) es asignado como su tutor. Frecuentemente es blanco de bromas de sus compañeros en Urgencias. Casi no tiene ninguna otra desventaja excepto su juventud, sin embargo, aprende rápido, es sensible e inteligente. Es persona bondadosa y siempre simpática. En algunas situaciones, Juan José es la antítesis del cerrado, excesivamente duro de corazón y cínico Dr. Beltrán.
En diálogo con EL NUEVO SIGLO, el actor nos contó un poco más sobre este nuevo proyecto, los retos que enfrentó al hacerlo y cómo se siente al respecto.
EL NUEVO SIGLO: Como hemos visto en la serie, que le dicen que está a tiempo de retirarse de la medicina, en la vida real, como actor, ¿se ha encontrado con alguien que le ha dicho: mejor dedíquese a otra cosa?
CARLOS TORRES:Claro que sí. Al comienzo de mi carrera, como en todo, siempre hay personas que si ellos no lo pudieron lograr o no les fue bien, piensan que uno tampoco lo va a poder hacer, y me parece un error. Yo le aconsejo a la gente que sigan sus sueños y sus metas. No es una carrera fácil pero aquí estamos, viendo los frutos después de tanto tiempo y estoy feliz de hacer parte de esta gran producción, con un gran elenco. Nunca me lo imaginé.
ENS: ¿Qué se siente estar en una sala de urgencia? ¿Alguna vez pensó en ser médico?
CT:No, la verdad no. Y después de haber pasado por Sala de Urgencia, menos. Se siente mucha adrenalina, tuvimos la oportunidad de estar en una sala de urgencia real, durante un mes y medio tomando un curso, y se siente mucho desespero. Ver a los pacientes que en cuestión de minutos pueden perder la vida, de verdad que toda la admiración para los médicos porque manejan el control de la situación. Van a sentir mucho suspenso en la serie.
ENS: ¿Le dio temor?
CT: A nivel personal, sí. Le tengo un poco de miedo a la sangre. Es impactante. Uno cree que aunque sea una herida muy leve, pequeña, pero impresiona mucho.
ENS: Alguna anécdota de la infancia que recuerde cuando lo llevaban al doctor.
CT: No recuerdo muchas pero sí me cuentan mis papás que le tenía pánico a las agujas, a las inyecciones, entonces me llevaban engañado obviamente.
ENS: ¿Se considera aficionado a la tecnología, a las redes sociales?
CT: Fíjate que no, muy poco. Es algo que siempre me preguntan y con pena respondo que no. No podría recomendar alguna aplicación diferente a Whatsapp porque es la única que utilizo. No soy muy mediático, más bien un tanto tímido.