FOTÓGRAFOS, PERIODISTAS y curiosos se congregaron en los alrededores del Palacio de Festivales, en la emblemática Croisette, para captar alguna instantánea de las rutilantes estrellas que desfilaron por la alfombra roja en la 68º Festival de Cannes que este año se dedica a reconocer el trabajo de la mujer en este arte.
"La mujer, la actriz, es el símbolo del amor sobre el que reposa el cine", dijo el maestro de ceremonias Lambert Wilson.
Catherine Deneuve, protagonista de la película de apertura, Naomi Watts, Natalie Portman, acompañada de su marido el francés Benjamin Millepied, encargado de la coreografía de la ceremonia de apertura, Lupita Nyong'o, o Benicio del Toro fueron algunos de los protagonistas de esta fiesta llena de glamour que este año ha querido dar una mirada femenina y más social al 7º arte.
Los nueve miembros del jurado también desfilaron por la alfombra roja: los cineastas estadounidenses Joel y Ethan Coen, presidentes del mismo, el mexicano Guillermo del Toro, el canadiense Xavier Dolan, también directores, las actrices Rossy de Palma, Sienna Miller o Sophie Marceau. El actor estadounidense Jake Gyllenhaal y la cantante malí Rokia Traoré completan el jurado.
En total, 19 películas aspiran a alzarse con el máximo galardón, la Palma de Oro, el próximo 24 de noviembre, entre ellas, una sola latina, Chronic del mexicano Michel Franco, pero rodada en inglés. La también mexicana Salma Hayek aspira al premio de interpretación en la italiana Il racconto dei racconti, de Matteo Garrone, también en inglés.
Una mujer abre el festival
Por primera vez en 30 años, el trabajo de una mujer se encargó de inaugurar, fuera de concurso, el festival, tras Diane Kurys en 1987, con una película que está en las antípodas del glamour de la apertura de otras ediciones.
Se trata del drama social La tête en haut (Con la cabeza en alto) de la francesa Enmanuelle Bercot, con Catherine Deneuve en el papel de una jueza de menores que trata de salvar a un joven de la delincuencia.
La directora-actriz francesa sigue de cerca el itinerario, entre los 6 y los 18 años, del joven Malony, un delincuente violento pero frágil, interpretado por un excelente Rod Paradot, en su primer papel. Su directora lo describió como un filme documental y de ficción que no suscitó ningún entusiasmo en el pase a la prensa.
Sin embargo, para Deneuve tiene un "objetivo interesante", como es mostrar el trabajo de jueces y educadores, aunque es consciente de que "no se puede salvar a todos" los jóvenes en dificultades.
Cannes da voz a los dramas sociales
La musa de Buñuel en Belle du Jour y Tristana, que ha trabajado con Bercot por segunda vez, tras Elle s'en va (El viaje de Betty)-, considera que la elección de esta película para la apertura del festival "es una respuesta del festival a un año díficil" en Francia.
Y es que a los que se han sorprendido del cariz social que este año presenta el Palacio de Festivales, rodeado de tiendas de las casas de alta costura más selectas y suntuosísimos yate, la programación no hace más que reflejar una realidad, asegura el presidente del evento, Pierre Lescure.
Al igual que lo hiciera en su día la guerra de Vietnam, que inspiró algunos de los mejores filmes de guerra y que formaron parte de la programación de Cannes en la época, recuerda. Bercot es una de las tres directoras francesas que desembarcan este año en Cannes, junto con Maïwenn y Valerie Donzelli, aunque las dos últimas aspiran a llevarse el máximo galardón en La Croisette.
Reflejo del excelente momento por el que atraviesa el cine francés, cinco películas de las 19 en competición oficial son francesas, la mayor representación junto a la de Italia, que aporta tres filmes, entre ellos las de dos asiduos del festival, Nani Moretti y Paolo Sorrentino.
A ellas se suman una mexicana, dos estadounidenses, una griega, una taiwanesa, una china, una japonesa, una australiana, una húngara, una noruega y una canadiense.
La competición oficial empezó ayer con los estrenos mundiales de la película italiana Il raconto dei racconti de Matteo Garrone, con la mexicana Salma Hayek de protagonista, basada en los cuentos de Giambattista Basile y la japonesa Umimachi Diary, de Koreeda Hirokazu./AFP