La muerte, el sacrificio, el perdón y la redención se entremezclan en "Caníbal", thriller intimista del cineasta español Manuel Martín Cuenca ovacionado en el festival de San Sebastián donde también se proyectó en competición "Oktober November" del austriaco Götz Spielmann.
El español Antonio de la Torre interpreta en "Caníbal" al sastre Carlos Márquez, un hombre meticuloso en su trabajo, discreto y solitario, pero también un frío psicópata que mata a mujeres para comérselas.
Hasta que la irrupción de la sensual y provocadora Alexandra, y más tarde de su hermana gemela Nina, frágil e ingenua, lo hacen bascular del deseo al amor y cuestionarse su instinto asesino.
"Para mí es como una historia de amor del demonio. ¿Qué pasaría si el demonio se enamorara?", explicó Martín Cuenca tras la proyección de su cuarto largometraje --coproducido por España, Francia, Rusia y Rumanía-- en el festival, donde recibió una fuerte ovación.
"La línea del mal se cruza sin uno darse cuenta, sin ser consciente, y lo que nos interesaba era expresar esa presencia del mal en estado puro", agregó el director que escribió el guión junto con el cubano Alejandro Hernández a partir de un relato de su compatriota Humberto Arenal.
Lejos de dar respuestas al espectador, la película deja abiertas una serie de incógnitas con el objetivo de "perturbar y hacer pensar por qué podría existir un personaje como este en la socidad actual", admite el cineasta.
Ambientada durante la Semana Santa en una Granada suspendida en el tiempo, la historia, que busca ser a la vez española y universal, está inevitablemente influenciada por la religión, reconoce Martín Cuenca. "Habla del perdón, del sacrificio, de la muerte, de la sangre, del amor al prójimo, de la redención", dice.
Pero es también un thriller asfixiante en el que el cineasta crea una atmósfera de tensión contraponiendo la violencia de la naturaleza a la frialdad del asesino, siempre impecablemente trajeado, al descuartizar, cocinar y comerse a sus víctimas.
"Seguramente este ha sido mi papel más difícil", reconoció Antonio de la Torre, que juega con los silencios y la mirada para plasmar la introspección del psicópata.
"En el deseo del personaje y en la dificultad para empatizar con el otro estaban las dos claves", explicó, alabando el trabajo de su compañera de reparto, la actriz rumana Olimpia Melinte, quien interpreta a dos hermanas muy diferentes y aprendió español para la película.
"Caníbal" es --junto a "Alacrán enamorado" de Santiago A. Zannou, "La gran familia española" de Daniel Sánchez Arévalo y "Quince años y un día" de Gracia Querejeta-- una de las películas que compiten por ser la candidata de España en la próxima edición de los Oscar, cuyo nombre se conocerá este miércoles.
En su cuarto día, el festival de San Sebastián presentó también a concurso este lunes la película austrica "Oktober November", de Spielmann, cineasta nominado en 2009 al Oscar de Mejor Película de Habla no Inglesa por "Revanche".
Götz vuelve ahora con una historia muy emocional de relaciones familiares, protagonizada por dos hermanas a quien la enfermedad de su padre reúne el tiempo de un otoño en los Alpes austríacos de su infancia.
Poco a poco los viejos conflictos resurgen entre Verena, una mujer fuerte y arraigada que nunca dejó el pueblo, y Sonja que vive una vida de lujo en Berlín como actriz de éxito y a través de cuya superficialidad Götz hace una crítica implacable a la banalidad del cine convencional.
"Lo que lo queríamos hacer era una película llena de preguntas", explicó tras la proyección. "Uno de mis deseos mayores y una de mis motivaciones principales cuando hago una película es despertar al espectador", aseguró.
En una 61ª edición con marcado acento español, el festival proyectará el martes en competición en la sección oficial "Vivir es fácil con los ojos cerrados" del español David Trueba y la francesa "Quai d'Orsay" del veterano Bertrand Tavernier./AFP