Luego de su presentación en Expomilán 2015 y de una serie de conciertos en Toronto, con un ensamble de reconocidos músicos de varias partes del mundo, como lo son el guitarrista brasilero Fabio Zanon y el guitarrista ruso Grisha Goryachev, María Mulata, una de las cantaoras más reconocidas de Colombia, estrena Buscando la Navidad: un viaje musical por los rincones de Colombia, en el cual los protagonistas son la memoria inmaterial y los rituales perdidos que hemos conocido a través de nuestros abuelos. A partir del 29 de este mes hasta el 20 de diciembre en el Auditorio Old Mutual.
Buscando la Navidades un espectáculo que reúne en escena todas las formas de celebración del país. Es un concierto didáctico con puestas en escena, coros infantiles, instrumentos tradicionales, danzas regionales, y villancicos, que acompañados por la cantante María Mulata, permitirán a los espectadores conocer, entender y disfrutar de las distintas formas de celebración de la Navidad en nuestro país.
Arrullos del Pacífico al Niño Jesús, el ritual del pajarito del río Magdalena, las misas de gallo andino, la rueda de cumbia, los cantos llaneros, el Día de las Velitas, entre otros rituales de nuestras regiones colombianas, serán revividas en este musical, que busca reavivar las historias inmersas en cada villancico de ritmos y colores diversos, encontrados en una Colombia profunda que aún desconocemos.
Velo qué Bonito, El regalito, Tonada llanera, Navidad negra, entre otros temas musicales, hacen parte del diverso repertorio de esta maravillosa historia que revela el origen de la Navidad y que se concibe y produce a partir de un proceso de investigación y recopilación de la tradición y celebración de la Navidad en distintas regiones del país, en donde se forja esta fiesta como aquella época que reúne a las familias alrededor de la celebración de la vida, la fe y la unión. Una época del año que se perpetúa como una fiesta ancestral arraigada al folclor.
Cantante, investigadora y compositora de músicas colombianas, nacida en una población incrustada en los Andes colombianos a algunos kilómetros del río Magdalena, en donde se cantaban junto a los pasillos bambucos andinos, cumbias, porros y paseos vallenatos acompañados por el acordeón de su padre.