Brasil activará en noviembre un sistema de correo electrónico seguro para defender las comunicaciones del Gobierno del eventual espionaje de Estados Unidos y sus aliados, denunciado por la prensa en las últimas semanas, detalló un ministro el lunes
"La presidenta Dilma Rousseff pretende hacer de esto una regla en la administración pública federal", dijo a la prensa el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo. Explicó que, para tal fin, la presidenta firmará un decreto en el corto plazo.
"El Serpro (Servicio Federal de Procesamiento de Datos) está haciendo una revisión del programa, para presentar una nueva versión. En noviembre, probablemente, estará operativo", contó Bernardo.
En la víspera, Rousseff anunció la creación de un sistema de correo electrónico seguro para defender las comunicaciones oficiales de su gobierno del espionaje.
"Ordené al Serpro la implantación de un sistema seguro de emails en todo el gobierno federal", dijo Rousseff en su cuenta de Twitter.
"Es necesaria más seguridad en los mensajes para prevenir posible espionaje", dijo la presidenta, que ha condenado públicamente el espionaje atribuido por la prensa a Estados Unidos y aliados como Canadá contra organismos del gobierno brasileño.
"Esta es la primera medida para ampliar la privacidad e inviolabilidad de los mensajes oficiales", agregó.
Bernardo detalló que la presidenta quiere que todos los organismos del Estado tengan instalado este sistema para el segundo semestre del próximo año. Uno de los primeros en recibirlo será precisamente el Ministerio de Comunicaciones.
Tras llevar las denuncias del espionaje estadounidense a la Asamblea General de la ONU y cancelar una visita de Estado a Washington, Rousseff anunció esta semana que el país acogerá en 2014 un encuentro internacional sobre gobernanza de internet, organizado por la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN).
En los últimos meses, la prensa ha publicado documentos atribuidos a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) sobre espionaje a las comunicaciones de Rousseff, sus colaboradores cercanos y la gigante petrolera de control estatal Petrobras, en cuyas manos están las informaciones de los yacimientos descubiertos en aguas profundas de la costa de Brasil.
Hace una semana el canal Globo también denunció que servicios de Canadá habrían espiado al Ministerio de Minas y Energía brasileño.