La cirugía de los parpados caídos se denomina blefaroplastia y es un procedimiento que tiene por objeto rejuvenecer la apariencia de los ojos y del rostro completo, pues esta intervención consta del retiro de piel sobrante y grasa que se acumula alrededor de la zona ocular y que en algunas ocasiones dificulta la vista.
La blefaroplastia es la principal razón por la cual mujeres y hombres que pasan de los 40 años visitan al cirujano plástico. No obstante, el procedimiento no modifica las ojeras, las líneas finas, las arrugas alrededor de los ojos, ni tampoco la elevación de las cejas, pues este tipo de resultados se obtiene con otras intervenciones como el lifting cervicofacial o frontal.
¿Quién puede someterse a la blefaroplastia?
Los candidatos ideales para someterse a una blefaroplastia son aquellas personas que buscan una mejoría y no una perfección absoluta en su apariencia. Aquel que posee un estado general de salud bueno, estabilidad psicológica y expectativas realistas no tendrá ningún problema para acceder a la intervención. No obstante, los pacientes que recurren a esta cirugía deben tener tejido suficiente para extraer y de esta forma evitar complicaciones, por lo que es un tratamiento recomendado a personas mayores de 40 años.
Existen algunas condiciones médicas que pueden hacer que existan más riegos al realizarse una blefaroplastia, como son los problemas de tiroides, la falta de lágrimas, presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares y diabetes. El glaucoma y el desprendimiento de retina también pueden suponer un riesgo; en determinados casos, puede ser necesaria una revisión oftalmológica previa a la cirugía.
Cirugía
El procedimiento se realiza usualmente bajo anestesia local, pero en algunos casos el cirujano opta por la sedación general, eso depende de las características particulares de la cirugía, es decir, la cantidad de grasa y piel que se va a retirar, la duración de esta y los efectos que puede tener en el paciente.
La intervención suele durar entre una y 3 horas, o más cuando se asocia a otras intervenciones. Si se van a realizar los cuatro párpados, generalmente se empieza por los superiores. La mayoría de las veces las incisiones se colocan en las líneas naturales y de las pestañas. Las incisiones se cierran con suturas muy finas, que puedan cicatrizar de tal manera que se termine desvaneciendo.
Post operatorio
Tras la cirugía, se debe aplicar una pomada en los ojos para lubrificarlos y en algunos casos, un vendaje suave. Si se generan molestias en los parpados el especialista debe formular un medicamento y estar al pendiente de cualquier complicación.
El paciente deberá mantener la cabeza elevada durante unos días después de la cirugía y aplicarse compresas frías, para disminuir la inflamación y los hematomas.
Durante las primeras semanas el paciente puede notar lagrimeo excesivo, hipersensibilidad a la luz y cambios temporales en la agudeza visual, como visión borrosa o doble.
Los puntos se retiran tras la primera semana de la intervención.
Después de 10 días la inflamación y los hematomas comienzan a desaparecer y mostrar el resultado previo al final.
La mayoría de los pacientes que se someten a una blefaroplastia comienzan a leer o a ver la televisión en 2 o 3 días.
El paciente no podrá ponerse lentes de contacto hasta 2 semanas después de la intervención y así evitar dolor e irritación.
Hasta la segunda semana se puede volver aplicar maquillaje en la zona y de paso disimular los hematomas.
Como todo procedimiento quirúrgico, la blefaroplastia tiene riesgo de complicaciones, que se pueden evitar siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones del especialista, tanto antes como después de la intervención/AFP.