Por Sue De la Hoz S.
Periodista El Nuevo Siglo
UNO DE los mayores atractivos del oriente es sin duda la danza, aquella que pone a la mujer como protagonista, interpretando cadenciosos movimientos que a lo largo de la historia han marcado la diferencia en las civilizaciones.
Poesía hecha movimiento, un lenguaje que puede ser comprendido con facilidad desde cualquier rincón del planeta y que cada día va ganando más seguidores y admiradores. Para entrar en materia y conocer los encantos de esta milenaria danza, la del vientre, EL NUEVO SIGLO conversó con la destacada bailarina Klemcy Salza, barranquillera que lleva dos décadas practicando y enseñando la danza en el exterior
Actualmente vive en Alemania donde tiene su propia escuela. Inició su carrera como bailarina de danza contemporánea, y ahora está trabajando con las danzas orientales: fusiones entre la danza contemporánea, la danza- teatro y la danza oriental.
Su trabajo consiste sobre todo en una puesta en escena donde hace mucho realce al uso del espacio, las últimas técnicas teatrales como el uso del video, que es un elemento dramático al interior de un performance. Luces, sonidos, colores.
Klemcy comparte con los lectores lo que dictará en su taller que realizará el próximo 17, 18 y 19 de este mes, en el Teatro La Mama.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son las danzas orientales?
KLEMCY SALZA: Todo lo que tiene ver o se conoce como Belly Dance: danza del vientre. En Europa sobre todo se usa este término de danzas orientales, ya que el arte ha sufrido un cambio increíble. Podemos encontrar que al interior de una danza clásica puede haber elementos orientales con elementos afro y latinos. Entonces, tiene que ver con el rap sharking, pop oriental y todas las nuevas influencias como el hip-hop, la salsa, la cumbia, flamenco, la zamba. Uno de los elementos que trabajaré en el taller es la danza oriental con la cumbia: Belly Cumbia, que tiene que ver con toda nuestra tradición.
ENS: ¿Cuál es el origen de estas danzas y por qué se han popularizado tanto?
KS: Son danzas que provienen de la cultura egipcia. La importancia de por qué hay tanto interés en estas danzas es muy amplia, sobre todo que la mujer quiere retomar toda la feminidad, sensualidad. No es que esta danza nos va a ayudar a encontrar al príncipe azul, no. Solo que en nuestra vida convulsionada que tenemos muchas veces nos olvidamos de que somos mujeres y somos femeninas. Y a través de este lenguaje de la danza oriental retomamos, trabajamos todo lo que tiene que ver con la energía de la sensualidad, los puntos energéticos que tenemos en nuestro cuerpo. Está también muy relacionada con la cultura del yoga, los chacras los puntos fuertes que tenemos en el vientre, en la pelvis, en el plexo solar, en el tercer ojo. Estas danzas hablan mucho de la energía que a veces no sabemos canalizar y sirve para potencializar nuestro campo energético.
ENS: ¿Cuáles son los beneficios del Belly Dance?
KS: Desde el punto de vista sicológico, nosotras las mujeres cuando tenemos un par de kilos de más pensamos en el vientre, el punto central. Nos preocupa si estamos gordas, si lo dejamos ver o no, hay mujeres que han tenido cirugías en donde el vientre no queda visualmente agradable. Pero esta es una danza que a través de sus movimientos, de su filosofía y técnica nos ayuda a desbloquearnos y ser más seguras físicamente de lo que somos. Hay otros tipos de danza donde la persona debe tener un peso particular, pero el Belly Dance permite a muchísimas mujeres practicarla. No tienes que ser una diva ni tener un cuerpo perfecto para intentarla. Es una danza accesible a todos. Beneficios sicológicos: seguridad en ti como mujer.
ENS: ¿Es una danza solo para mujeres?
KS: No, van orientada también a los hombres. En Argentina precisamente hay un bailarín muy reconocido internacionalmente, como también hay muchos coreógrafos más que practican la danza y son grandes maestros.