El propósito se cumplió, los bogotanos se acercaron más a la música clásica y sobre todo a las composiciones de Beethoven. Fueron cuatro días en los que Bogotá respiró melodías encantadoras, deleitó sus oídos con las interpretaciones de los grandes talentos y quedó con ganas de más.
Ludwing Van Beethoven fue, en su época, el rebelde de la música; tal vez no por su mal humor sino por sus sinceras composiciones que reflejaban esos estados de ánimo y esos sentimientos que embargaban su corazón.
Traer de vuelta a Beethoven, con los más grandes músicos del mundo y a un buen precio es una de las hazañas más importantes para la cultura de la capital del país, se comprobó que sí hay público para estos eventos y que los jóvenes también lo disfrutan.
Beethoven le dio la oportunidad a la música contemporánea de fusionarse con la suya, las agrupaciones colombianas La mojarra eléctrica, Puerto Candelaria y Antonio Arnedo pusieron a rumbear a los asistentes a punta de las composiciones del alemán.
Esta noche el I Festival Internacional de Música de Bogotá llega a su fin, pero dentro de dos años otro artista o género musical será el protagonista de la Semana Mayor. Para despedir este inolvidable encuentro de lo culto, la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría ofrecerá el último concierto en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo a las 8: 30 p.m. bajo la batuta de János Kovács, además se presentarán la soprano Nora Amsellem; la mezzosoprano Alison Cook; el tenor Martin Muehle; y el barítono bajo Jukka Rasilanien. La Sociedad coral de Santa Cecilia y el coro nacional de ópera de Colombia también harán parte del cierre.
Orquesta Nacional de Hungría
La historia de la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría comienza en 1923 con la formación de la Orquesta Metropolitana, la cual rápidamente llegó a ser uno de los pilares de la vida musical húngara. En 1997, Zoltán Kocsis fue nombrado Director General Musical de la Filarmónica Nacional de Hungría. El Concertonet, distinguido periódico de música clásica en Internet, nominó el concierto de la orquesta en Nueva York en febrero del 2003 como el ganador del Premio Lully al mejor concierto de la temporada.
En la primavera del mismo año, la orquesta lanzó su primer CD contando con Zoltán Kocsis como director. Esta grabación de las adaptaciones de las piezas de Debussy y Ravel, hechas por Kocsis fue aclamada por los críticos. Ganó el premio al disco del año de música clásica húngara, de la revista húngara Gramofon, y el de los miembros del jurado internacional del Cannes Midem Classical.
A comienzos de 2010 la Orquesta fue parte de la memorable premiere húngara de la ópera de Schoenberg, Moisés y Aarón. El estreno se dio en Béla Bartók Concert Hall el 16 de enero con un gran éxito.
Para sus presentaciones en Bogotá la Orquesta Filarmónica Nacional de Hungría será dirigida por el maestro János Kovács, quien ha sido director invitado de la Sociedad Filarmónica de Budapest desde 2001, y fue director musical de la Casa Estatal de la Ópera de Hungría 2003 y nuevamente en 2006 y 2007. Es director de la Ópera Estatal de Hungría desde el otoño de 2007.