Un bebé de seis días de nacido se convirtió en el paciente más joven en ser sometido a un trasplante de corazón en Estados Unidos, según anunciaron sus orgullosos padres y su equipo médico.
El pequeño Oliver Crawford superó con éxito la cirugía realizada en enero en el Hospital Infantil de Phoenix, en Arizona (suroeste), después de haber nacido siete semanas prematuro con una afección cardíaca que le daba pocas expectativas de vida.
"Los médicos tenían muy pocas esperanzas de que sobreviviera durante el embarazo y cuando rompí aguas en la semana 33, estábamos preparados para que naciera muerto", explicó la madre, Caylyn Otto, en un comunicado.
"Pero nació con mucha fuerza" el 5 de enero, agregó la mujer.
Los médicos descubrieron en la semana 20 de gestación que el bebé padecía una miocardiopatía dilatada, una afección que fue confirmada un mes más tarde.
"El ventrículo izquierdo era muy grande para un feto de 24 semanas", señaló el cardiólogo Christopher Lindblade al diario Arizona Republic.
Esta afección produce hipertrofia y dilatación en algunas partes del corazón, al punto de disminuir su capacidad para bombear y dañar el resto de órganos.
El equipo médico programó el parto para la semana 36, pero Otto se puso de parto en la 33.
Oliver entró en lista de espera a nivel nacional para recibir un trasplante el 9 de enero, después de superar las primeras horas de vida.
Dos días después apareció un corazón compatible con su organismo y el pequeño fue operado durante 10 horas.
"A nuestro entender, Oliver es el trasplantado más joven del país. Fue trasplantado con 34 semanas y tres días de gestación", dijo su madre.
El bebé permanece ingresado en el hospital, donde los médicos vigilan de cerca la evolución de sus pulmones, que todavía están débiles, aunque ya pesa 2,766 kg.
"Oliver es un milagro", aseguró su padre, Chris Crawford/AFP.