Tras la anulación de los espectáculos de apertura por una huelga, el Festival de Aviñón intenta este sábado comenzar con buen pie con cuatro piezas programadas, entre ellas "El príncipe de Homburgo".
El Festival de Aviñón es la manifestación cultural más emblemática del verano en Francia, a la que concurren decenas de miles de franceses y extranjeros.
Los dos espectáculos de apertura de este 68º Festival de Aviñón, previstos el viernes, fueron cancelados a causa de un conflicto laboral con los empleados intermitentes.
Estos empleados (artistas y técnicos que ejercen su profesión alternando períodos de empleo y desempleo) impugnan un nuevo convenio de seguro de paro que rige sus condiciones de indemnización en los períodos de inactividad, en un sector en el que la precariedad del empleo es la regla.
Tras una votación del personal, se decidió anular la función inaugural del ballet "Golpe fatal" y de "El príncipe de Homburgo" de Heinrich von Kleist, una obra que había dado lugar en Aviñón a una legendaria interpretación del actor francés Gérard Philipe en los años 50.
En lugar de estos espectáculos, se realizó una proyección de apoyo a los artistas y técnicos sobre la inmensa fachada del Palacio de los Papas. Sobre un fondo rojo, se leían eslóganes escritos con letra blanca, que rezaban: "no a las falsas promesas", "indignémonos" o "lo que defendemos, lo defendemos para todos".
El personal del festival indicó el viernes que, por el momento, no se preveía ninguna huelga más. El espectro de una anulación total ya se había alejado, tras una votación del personal del martes, que rechazó esa opción.
- "Intentar actuar por todos los medios" -
Por lo tanto, el verdadero inicio del festival estaba previsto este sábado, con el comienzo del festival "Off". La mayoría de las 1.083 compañías de teatro aseguraran estar dispuestas a mantener las funciones, si bien el "gran desfile" que lanza las festividades fue reemplazado el viernes por una "marcha silenciosa".
"Quiero que el público sepa que el festival Off va intentar actuar por todos los medios", declaró en la noche del viernes Greg Germain, el presidente de la asociación que organiza este festival.
"No se puede desperdiciar un año de trabajo artístico y humano y de inversión financiera", agregó.
Sin embargo, un sector más radical de la Coordinación de los Intermitentes y Precarios (CIP) aún tiene la esperanza de convencer a los equipos de los espectáculos de que hagan huelga.
El movimiento de los intermitentes está dividido. El colectivo del personal del festival desaprobó algunas acciones, como la irrupción de intermitentes durante un ensayo de "El príncipe de Homburgo" en la noche del miércoles o un robo de productos en un supermercado para llevar a cabo una manifestación "con carritos", con el fin de simbolizar la precariedad.
"Tengo absoluto respeto por el derecho a la huelga y la lucha de los intermitentes debe permanecer en un marco legal", había declarado el viernes el director del festival Olivier Py.