UNA revolución en el mercado laboral es lo que se vivirá en las próximas dos décadas. Si bien vivimos en una época de grandes avances tecnológicos, los años venideros significarán descubrimientos aún más importantes que cambiarán la forma en la que organizaciones y candidatos interactúan. Éste será un fenómeno más que acompañará la cuarta revolución industrial.
Y es que, de acuerdo al Foro Económico Mundial (FEM), en los próximos 20 años la automatización, los algoritmos y otros avances tecnológicos serán los encargados de modificar varios puestos de trabajo para ser reemplazados por empleos de alta calidad. De acuerdo al FEM desaparecerán 75 millones de empleos, al tiempo que surgirán otros 133 millones de nuevos roles.
De acuerdo a Andrés Díaz-Granados, Executive Manager de DNA Human Capital, “es importante que tanto empresas como candidatos asuman esta realidad. En el caso de las empresas, la forma más adecuada para enfrentar el cambio es invirtiendo en su planilla de colaboradores, formándolos en esas habilidades que surgirán y que serán vitales para ejercer su rol. Por su parte, los candidatos deberán profundizar en ellas, así como experimentar nuevos campos de estudio que les permita ampliar su perfil profesional”.
Así, habilidades como pensamiento analítico, diseño tecnológico o programación, entre otras, serán las más demandadas en los cargos del futuro. De acuerdo al Executive Manager de DNA Human Capital, “los principales puestos de trabajo que tenderán a desaparecer son los conocidos como puestos de “cuello blanco”, los cuáles responden a aquéllos roles que son rutinarios y prescindibles, que fácilmente podrán ser reemplazados por inteligencia artificial.”
De acuerdo a lo anterior, cargos operativos, que no requieren un grado de especialización específico, serán los primeros en desaparecer. “Roles como los contables, de secretarías ejecutivas y administrativas, trabajadores de fábricas relacionados con cadenas de montaje y operaciones, así como administradores, serán los más prescindibles en el futuro”, aseguró el Executive Manager de DNA Human Capital.
Por su parte, los sectores, y roles, que se mantendrán más estables serán aquéllos que requieran algún nivel de especialización. De igual forma profesionales que hayan escalado jerárquicamente en su compañía y que ocupen cargos en la punta de la pirámide laboral debido a, precisamente, su nivel de conocimiento tanto específico como global del negocio.
Así, cargos como directores de operaciones, jefes ejecutivos, ingenieros especializados en energía, robótica o petróleo, así como especialistas de recursos humanos; especialistas en logística, profesores universitarios, analistas de datos, entre otros, no experimentarán mayores cambios en el futuro
Por su parte, los roles en auge serán aquellos que requieran conocimientos específicos en tecnología con un grado de exigencia de habilidades humanas. “Cargos dirigidos al análisis de datos o desarrollo de software, que requieren un conocimiento específico, serán de los más demandados. Así como cargos que requieran contacto directo con un público objetivo tales como profesionales de marketing y ventas”, aseguró Díaz-Granados.
De acuerdo a lo anterior, roles como analistas científicos y de datos, especialistas de Big Data y Mega Data, desarrolladores de software y aplicaciones, así como profesionales especializados en servicios TIC e Inteligencia Artificial, serán los más requeridos en las empresas debido a su conocimiento específico en términos tecnológicos. Por su parte, profesionales de marketing y ventas serán imprescindibles debido a su capacidad de relacionamiento e interacción humana.
Por su parte, los equipos de trabajo empezarán a contar con nuevos integrantes con los cuales se compartirán responsabilidades en la organización. “Para 2022 las funciones se repartirán entre los colaboradores de la compañía y los robots. Actualmente hay compañías que ya han implementado éste modelo en el que el 70% de las tareas son desarrolladas por los humanos y el 30% por los robots. En un futuro estos porcentajes se igualarán en distribución de tareas”, afirmó el experto.
Por su parte Lucas Canevaro, CEO del Grupo DNA, los profesionales deberán contar con habilidades específicas que serán imprescindibles para desarrollarse en el entorno laboral del futuro.
“Una de las características más importantes del el 2020 es la hiper-conectividad. La globalización hará que el cambio sea parte del día a día, razón por la cual los colaboradores deberán contar con inteligencia emocional para saber cómo reaccionar ante ellos. En consecuencia, el aprendizaje activo será necesario para los colaboradores. Esto les dará la posibilidad de aprender rápido, adaptarse al cambio y reaccionar de manera ágil y efectiva. Por su parte, la autonomía será cada vez mayor. El teletrabajo empezará a ser el modelo de trabajo más utilizado por lo que los colaboradores deberán contar con un sentido de responsabilidad aún mayor.”