Aunque la economía de Aruba depende en un 70% de la industria del turismo, tiene un gran potencial para diversificar su economía con la construcción de un tercer pilar económico, basado en la iniciativa de promover las islas como una puerta entre América Latina, la Unión Europea y los Estados Unidos en las áreas de tecnología verde, industria creativa y servicios de apoyo a las empresas.
Aruba está en la búsqueda de iniciativas para promover el uso de energía verde a través de la creación de un parque científico y tecnológico que trabajará por la innovación en el campo de la energía sostenible. Siendo rica en viento, sol y olas, la isla posee las condiciones climatológicas ideales para la realización de pruebas e investigación ya que actualmente satisface el 20% de sus necesidades a través de energía eólica.
Otros proyectos en marcha son la instalación de paneles solares y la construcción de una planta de conversión de residuos de energía. La refinería, así como el sistema local de aguas y la planta eléctrica (WEB), están planeando convertir sus unidades de producción a gas natural lo que no sólo reducirá el costo del negocio - y por lo tanto el precio del agua y la energía - sino también reducirá la emisión de CO2 de la isla en más de un 60%.
Asimismo, el Gobierno ha emprendido nuevas actividades económicas para aprovechar el fuerte crecimiento de varios mercados latinoamericanos y la esperada recuperación a largo plazo de los mercados europeos y americanos.
La relación comercial que se cultiva como una puerta de enlace entre América Latina y la Unión Europea llevará a la creación de un Centro Internacional de Negocios en Aruba, con el objetivo de mostrar los productos y tecnologías innovadoras que se desarrollarán en la isla.