El premio Príncipe de Asturias de las Artes fue otorgado les al arquitecto español Rafael Moneo, considerado uno de los más importantes representantes de la vanguardia arquitectónica, por una obra "serena y pulcra" que "enriquece los espacios urbanos".
"Moneo deja una huella propia en cada una de sus creaciones, al tiempo que conjuga estética con funcionalidad, especialmente en los interiores diáfanos que sirven de marco impecable a las grandes obras de la cultura y del espíritu", consideró el jurado del premio sobre el artífice de la catedral de Los Angeles y de la ampliación del Museo del Prado.
Moneo, "arquitecto español de dimensión universal, cuya obra enriquece los espacios urbanos con una arquitectura serena y pulcra" en palabras del jurado, sumó así, en el día en que cumplía 75 años, este galardón a su larga lista de premios.
"Me ha cogido con absoluta sorpresa. No tenía ni tan siquiera idea de que fuese un candidato", afirmó en declaraciones a la radio pública española.
"Lo había sido hace cinco o seis años, en dos o tres ocasiones, y creía que se había pasado ya mi turno", agregó, asegurando sentir "el más profundo agradecimiento".
Diseñador de ventanales de alabastro e inmensas estructuras de cristal que bañan de luz sus creaciones, Moneo, "considerado uno de los más importantes arquitectos de vanguardia" por la Fundación Príncipe de Asturias, ganó en 1996 el prestigioso premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura.
Entre sus obras destacan el edificio del Museo de Arte Moderno de Estocolmo, el Davis Art Museum del Wellesley College de Massachussets, la estación de Atocha de Madrid y el Kursaal de San Sebastián, entre otras.
Nació en Tudela (norte) el 9 de mayo de 1937 y desde muy joven asegura haber entendido la importancia de los espacios urbanos para la vida cotidiana.
"Un niño en un pueblo como Tudela, en los años cuarenta, entendía perfectamente cuál era el sentido de una plaza o de qué modo las calles tenían su jerarquía en función del uso que les daba la gente", explicó hace unos años en una entrevista a El País.
Mientras estudiaba en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, de donde se licenció en 1961, trabajó con Francisco Javier Sáenz de Oiza, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 1993, y con el danés Jorn Utzon, artífice de la Ópera de Sídney.
Posteriormente compaginó la arquitectura con la enseñanza en Madrid, Barcelona, Nueva York y Lausana, así como en las universidades de Princeton y Harvard.
Moneo se impuso a candidatos como la bailarina cubana Alicia Alonso, la cantante mexicana Chavela Vargas, el pianista cubano Bebo Valdés, el arquitecto canadiense Frank Gehry o el director de orquesta italiano Claudio Abbado.
La Fundación Príncipe de Asturias premia desde 1981 cada año a ocho personas o instituciones en ocho ámbitos: artes, cooperación internacional, concordia, ciencias sociales, comunicación y humanidades, deportes, investigación científica y técnica y letras.
El premio de este miércoles es el primero de la serie 2012.
Cada galardón está dotado con 50.000 euros (unos 65.000 dólares) y una escultura creada por Joan Miró. Los premios serán entregados por el príncipe Felipe en una ceremonia en el teatro Campoamor de Oviedo (norte), ciudad sede de la Fundación, en octubre.
En el ámbito de las artes anteriormente fueron galardonados el director de orquesta italiano Riccardo Muti, el escultor estadounidense Richard Serra, el arquitecto británico Norman Foster y el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela.
También figuran entre los galardonados con el Príncipe de Asturias de la Artes el cantante Bob Dylan, los cineastas Pedro Almodóvar y Woody Allen, los brasileños Oscar Niemeyer (arquitectura) y Sebastiao Salgado (fotografía), el pintor chileno Roberto Matta, el tenor Plácido Domingo o el guitarrista Paco de Lucía.