Un acto de presentación de la autobiografía de la militante paquistaní por el derecho a la educación Malala Yousafzai previsto en el noroeste del país fue anulado ante la presión del gobierno local, indicaron este martes a la AFP los organizadores del evento y las autoridades.
Malala, de 16 años, se hizo mundialmente conocida tras lograr sobrevivir a un intento de asesinato por los talibanes en el valle del Swat, región de la que es originaria, en octubre de 2012. Actualmente reside con su familia en el Reino Unido, y ha sido merecedora de varios premios internacionales, entre ellos el Sájarov que concede el Parlamento Europeo.
El pasado octubre, la joven paquistaní publicó "Yo soy Malala", cuya presentación estaba prevista el lunes en el centro de estudios regionales de la universidad de Peshawar, gran ciudad del noroeste de Pakistán aunque Malala, que sigue amenazada en su país, no tenía previsto acudir.
Pero el encuentro fue anulado después de que la policía local rechazara garantizar la seguridad, según los organizadores. "Tuvimos que hacerlo ante la presión de los ministros provinciales y del vicepresidente de la universidad", declaró Sarfaraz Khan, director del centro de estudios, añadiendo que había recibido varias llamadas en este sentido.
"Cuando rechacé seguir su orden (de anulación) ilegal, la policía se negó garantizar la seguridad", añadió.
Peshawar es la capital de la inestable provincia de Jyber Pajtunjwa, de donde son originarios muchos talibanes.
El ministro provincial de Información, Shah Farman, confirmó a la AFP que su administración había hecho que se anulara el evento "por numerosas razones", considerando sobre todo que los organizadores solo lo habían hecho "recibir más ayuda de Estados Unidos".
"Yo soy Malala" cuenta la historia de la joven y cómo era la vida bajo el régimen del terror talibán, que controló entre 2007 y 2009 el valle del Swat.
Aunque tuvo una repercusión favorable en occidente, fue recibido de forma más mitigada en Pakistán, donde los círculos religiosos conservadores acusan a Malala y a su influyente padre de ser "espías estadounidenses"./AFP