Florida amplió este jueves las zonas en emergencia sanitaria por el zika, cuando aumentaba el temor de las autoridades ante el virus en el estado norteamericano, imán de turistas latinoamericanos y con un clima propicio para el mosquito que transmite la enfermedad.
"Con 20 millones de habitantes y 100 millones de turistas (al año), debemos prepararnos para la posible propagación del virus del zika y emprender acciones inmediatas para garantizar que Florida esté preparada", indicó el gobernador del estado, Rick Scott, en un comunicado.
Scott aumentó a cinco los condados de Florida bajo emergencia sanitaria, luego de que se registraran en las últimas horas tres nuevos casos de zika, lo que elevó a doce el total de personas enfermas en el estado, todas ellas luego de regresar de viajes a países donde el virus está presente. Ninguna embarazada se ha visto afectada.
"El mosquito que causa el virus del zika es común en Florida", lamentó Scott, en referencia al Aedes aegypti, el vector de la enfermedad que también transmite el dengue y la chicunguña.
Florida (sureste de EEUU), sobre todo el aeropuerto de Miami, es puerta de entrada de turistas de América Latina, la región más golpeada por el virus, que ha generado alarma porque se lo vincula a malformaciones en los recién nacidos.
Todos los enfermos en Florida contrajeron la enfermedad en países latinoamericanos y del Caribe.
Florida, que fumiga contra el mosquito, solicitó a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) 1.000 pruebas de anticuerpos para descartar el zika en personas, especialmente mujeres encinta, que hayan viajado a esas zonas, dijo Scott.
La legisladora por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, anunció que impulsa dos proyectos de ley en el Congreso estadounidense para canalizar más recursos contra el virus.
El zika se ha propagado velozmente por América Latina, y aunque aparentemente inofensivo, ha sido ligado a un anormal aumento de casos de microcefalia en Brasil.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró esta semana una emergencia sanitaria mundial por el virus y sus posibles consecuencias./AFP