Una "trampa de polvo" captada en torno a una joven estrella podría explicar el proceso de formación de los planetas, informó el Observatorio Europeo Austral (ESO), uno de los socios que opera el potente radiotelescopio ALMA en el norte de Chile.
Gracias al Gran Conjunto de Radiotelescopios de Atacama (ALMA, por sus siglas en inglés), el mayor del mundo, un equipo de astrónomos descubrió una zona en el disco de polvo que rodea una estrella donde las partículas pueden crecer por acumulación.
El grupo liderado por Nienke van der Marel, de la Universidad de Leiden (Países Bajos), captó una imagen del disco de polvo que rodea el sistema estelar "Oph-IRS 48", y encontró un área en la que los granos de mayor tamaño estaban atrapados y habían crecido mucho.
Esta zona, que llamaron "trampa de polvo", es la clave que podría explicar cómo se forman los planetas, un misterio aún por resolver por parte de la ciencia.
"Este tipo de trampas de polvo serían realmente la cuna de planetas recién nacidos", dijo Van der Marel.
Hasta ahora, los astrónomos sabían que los planetas nacen en los discos de polvo que rodean las estrellas, por la acumulación de polvo. Sin embargo, no conocían bien el proceso, ya que si bien las partículas de polvo chocan y se pegan constantemente, también se destruyen cuando vuelven a chocar y regresan a su tamaño mínimo.
El descubrimiento de esta "trampa de polvo", que se publica en la revista Science fechada el 7 de junio, explicaría como las partículas encuentran refugios dentro del anillo de polvo para crecer, y agrandarse sin ser destruidas, hasta alcanzar el tamaño de cometas, planetas y otros objetos rocosos.
En el caso del sistema estelar "Oph-IRS 48", Van der Marel explicó que "es probable que estemos observando una especie de fábrica de cometas, ya que las condiciones son las adecuadas para que las partículas crezcan desde un tamaño milimétrico hasta uno cometario".
Según la astrónoma, si bien es difícil que en el caso que ellos estudiaron se pueda formar un planeta -los cuales normalmente se forman a una distancia menor de la estrella-, "en un futuro cercano ALMA podrá observar trampas de polvo más cercanas a su estrella anfitriona, en las que funcionen los mismos mecanismos".
El ALMA, con 66 antenas de entre 7 y 12 metros de diámetro, está ubicado en el árido Llano Chajnantor, a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, en las cercanías del poblado de San Pedro de Atacama, a unos 1.600 km al norte de Santiago.
Este radiotelescopio, que fue inaugurado en marzo, es fruto de una colaboración astronómica internacional, en una asociación entre Europa, Norteamérica y Asia del Este en cooperación con Chile.