Este año, evitar ganar peso en Navidad “pasa de ser una cuestión meramente estética a minimizar el riesgo de que, en caso de ser infectados por la covid-19, la enfermedad presente síntomas más severos”, explica Domingo Carrera, médico internista y especialista en nutrición del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas, quien recuerda que el sobrepeso es un factor de riesgo y de enfermedad severa por el nuevo virus en personas sanas.
El especialista indica que mantener un índice de masa corporal (IMC) entre 18,5 y 24,9 y un sistema inmunitario fuerte, han demostrado ser dos factores de protección contra los fuertes ataques de este virus.
En este sentido, el doctor Carrera aconseja “saltarse la dieta solo en fechas señaladas”, lo que, según opina, “este año debería ser más sencillo que en años anteriores, ya que las reuniones sociales deben ser mínimas y, en muchos casos, no se compartirá mesa con familiares, pudiendo elegir un menú más saludable”.
Por otro lado, recomienda optar por pescados y carnes blancas en los menús navideños, ya que tienen menos grasa y, en el caso de los pescados, las grasas que contienen son insaturadas y, por tanto, saludables. “Me refiero a que son ricos en vitamina D, Omega 3 y minerales como el selenio y el zinc, que ayudan a mantener un sistema inmunitario más fuerte”,
De igual forma, aboga por añadir espinacas, acelgas, brócoli y tomate de acompañamiento en comidas y cenas, debido a que tienen un alto contenido en vitaminas A y C, son ricos en fibra y bajos en grasa.
Además, defiende la importancia de desayunar fruta y lácteos desnatados. “Los cítricos como la naranja y el pomelo y otras frutas como el kiwi, la piña y las fresas son una excelente opción ya que son ricos en vitamina C, vitamina que refuerza nuestro sistema inmunitario. Los lácteos contienen además vitamina D, que además de ayudar a sintetizar el calcio y fijarlo a los huesos, mejora las defensas y no engordan al ser desnatados”.
En cuanto a qué comer a media mañana y media tarde, Carrera afirma que se puede optar por alguna fruta baja en azúcares, como las frambuesas, moras y peras; o por frutos secos como las nueces y las almendras, ricos en Omega 3 y vitamina D.